Por Darío Arámbulo
“En primer lugar cabe destacar, que aunque el confinamiento y el aislamiento ayudó o está ayudando a combatir la pandemia del coronavirus también está poniendo en riesgo la salud mental de las personas y contra ello no hay tapabocas ni alcohol en gel que pudiese evitar el impacto que genera dicha pandemia”, empezó diciendo la psicóloga forense Alma Segovia.
Es que la pandemia del Covid-19 no solo se convirtió en una enfermedad respiratoria que amenaza la salud de la población, sino que además provocó cambios bruscos en el comportamiento colectivo, meses de confinamiento, y trajo aparejado consecuencias en el área de salud mental, en una sociedad donde se agudizaron los cuadros.
“Evaluar la salud mental en el contexto pandémico a nivel país, resulta evaluar más de lo mismo pero con mayor fuerza, que suma a la ya frágil salud mental. Un aspecto que la pandemia hizo que saliese aún más a flote la carente protección y atención a la salud mental de la población, desembocando a una sociedad que se presenta más como enferma y mal cuidada, que sana”, destacó Segovia.
En ese mismo sentido, la licenciada Franca La Carrubba, presidenta de la Sociedad Paraguaya de Psicología (SPPs) explicó cuáles son algunas de las causas por la que se vio afectada la salud mental en el contexto de pandemia.
“La salud mental se ve afectada por la cuarentena, el alejamiento de los seres queridos, de las amistades, los problemas económicos que conlleva la situación actual, que han producido cambios en el comportamiento de las personas”, explicó La Carrubba.
MÁS CONSULTAS
Si hay un aspecto positivo, es que durante la pandemia se socializó más la importancia de dar atención a la salud mental, y esto también causó la inclusión de nuevos pacientes en los consultorios de psicólogos y psicólogas, primero de manera online.
Incluso, la presidenta de la SPPs destaca que el mismo Ministerio de Salud, tomó la iniciativa, desde el Departamento de Salud Mental, de convocar a sociedad civiles a fin de llevar adelante la asistencia psicológica gratuita a la población a través de una línea telefónica.
Desde la experiencia, la doctora Segovia explica cuáles fueron algunos de los principales diagnósticos dentro del contexto de la pandemia. “En cuanto a los diagnósticos, en líneas generales fueron altos niveles de ansiedad, crisis y ataques de pánicos, depresión e ideación suicida. Cabe mencionar, que se tiene una gran cantidad de jóvenes con síntomas relacionados con la autoflagelación en estos tiempos”, refirió la psicóloga forense.
Incluso, La Carrubba agrega que el estrés del encierro también causó crisis en las relaciones de pareja.
CONSECUENCIAS
El cambio brusco de pasar de tener una libertad plena de circulación a un encierro o restricciones en la movilidad, causó un impacto psicológico gigantesco en la población, y en personas con predisposición, se ve con frecuencia trastornos depresivos, explica la presidenta de la SPPs.
Uno de los temores frecuentes es justamente llevar a decisiones extremas, y en la sociedad se observaron estos comportamientos dentro del contexto del confinamiento.
“La reclusión compromete el equilibrio de la salud mental, el impacto que genera la pandemia, es altamente significativo y, hasta cierto punto, impredecible. Y esto también se basa en el impacto que genera la crisis económica, porque cuanto más se ahogue la economía del país, peores serán sus consecuencias en la salud mental y el riesgo suicida”, refirió la doctora Segovia.
Y, aunque se vieron este tipo de muerte violenta, La Carrubba dijo que el índice de suicidio no tuvo un incremento alarmante. “Según las estadísticas, se registraron unos 300 casos desde inicios del año hasta el mes de agosto y anualmente se producen unos 400 casos”, refirió.
ADICTOS ENCERRADOS
Las adicciones a drogas ilícitas también es un punto de análisis en el contexto de pandemia, pues provocaron crisis familiares, mencionó la magíster Laura Platón, encargada de la Dirección de Tratamiento, Rehabilitación e Integración Social de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
Las llamadas al 172 de la Senad se centraron en hechos vinculados al descubrimiento de la adicción de un miembro de su familia, ya que se enteraron del consumo de drogas de su pareja, hijo, padre o madre, o encontraron sustancias como evidencia.
“El que descubre que su hijo consume entra en crisis, a buscar ayuda, miedo a enfrentar al hijo por temor a que salga de la casa, se genera una crisis familiar. Esta pandemia hizo que se revelen muchas situaciones estresantes dentro de la familia, incluso hechos de violencia intrafamiliar, que aumentaron mucho durante esta etapa”, refirió Platón.
Además, también en el que padece la adicción, aunque no sea descubierto, también se genera una crisis interna, pues el confinamiento generó ansiedad y estrés al no poder conseguir la droga como lo hacía antes.
“Eso da un cuadro de abstinencia, nerviosismo, enojo, ansiedad, estrés, agresividad inclusive, que son características conductuales y fisiológicas que generaba el no consumo de la droga, el no poder comprar la droga o adquirir fácilmente”, resaltó la profesional de la Senad.
RECOMENDACIONES PARA UNA BUENA SALUD MENTAL
Alma Segovia destaca que un claro mensaje, que nadie está exento de sufrir problemas en su salud mental en estos tiempos pandémicos, no sólo la población en sí, también los propios psicólogos, ya que la salud mental no es sólo la ausencia de trastornos mentales, es un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, pudiendo afrontar las tensiones normales de la vida, y para asimilar y sobrellevarlo, dependerá del autocuidado psicológico de cada persona, de su genética, su contexto cercano, la historia personal y de lo que se decide sobre la situación.
Es por eso que Laura Plantón sugiere que las personas que se sienten mal, que no están encontrando el modo de sentirse bien, deben de buscar ayuda, porque esas son situaciones que pueden detonar en un problemas de salud mental, ya sea la depresión o un trastorno de ansiedad. Es más, añade que incluso aquellos que no pueden dormir, o sienten un cansancio emocional tienen que pedir ayuda.
Por su parte, Franca La Carrubba citó algunos puntos a tener en cuenta, cómo comunicarse con los seres queridos y amigos, si se siente afectado en algo, sincerarse. Además, agrega ciertos hábitos sumamente importantes, que son: descansar lo suficiente; una alimentación saludable; realizar ejercicios físicos, si es posible, al aire libre; y en el tiempo libre, realizar actividades que a uno le haga disfrutar.
“La pandemia hizo que saliese aún más a flote la carente protección y atención a la salud mental de la población, desembocando a una sociedad que se presenta más como enferma y mal cuidada, que sana”, dijo Alma Segovia.
Agregó que esta pandemia hizo eso, que se revelen muchas situaciones estresantes dentro de la familia, incluso hechos de violencia intrafamiliar, que aumentaron mucho durante esta etapa.
“La salud mental se ve afectada por la cuarentena, el alejamiento de los seres queridos, de las amistades, los problemas económicos que conlleva la situación actual, que han producido cambios en el comportamiento de las personas”, Concluyó Franca La Carrubba.
EFECTOS EN LA SALUD MENTAL DEL COVID- 19 Y LA CUARENTENA
Análisis de la encuesta realizada por la Lic. Gabriela Vergara.
70% tiene el estado de ánimo muy bajo por la monotonía.
81% tiene sentimiento de frustración por no poder hacer su actividad habitual.
45% aumentó los dolores físicos (digestivos, de cabeza y de espalda)
83% siente frustración por no poder compartir con amigos.
75, 5% tiene temor a la quiebra económica.
68% encuentra que las tareas que debe realizar en su casa son mayores de lo que puede afrontar.
EN CUANTO AL ESTADO DE DEPRESIÓN
40% siente soledad.
34% siente desesperanza
33% aumentó la tristeza
41% aumentó el enojo
EN CUANTO A LOS HÁBITOS
50% aumentó los problemas de sueño
70% disminuyó la actividad física
48% come más comida chatarra
55% aumentó la Incertidumbre
EN CUANTO A LA NOSOFOBIA (Miedo a contraer la enfermedad)
55, 2% Vive pendiente del número de muertos a causa del Covid-19.
56% tiene miedo a estar en un lugar público.
52% tiene miedo a acercarse a familiares y amigos
74% tiene miedo a que se muera un familiar
66% ve al Covid-19 en todas partes.
Observación: 1.000 personas fueron encuestadas