Las familias que fueron trasladadas a albergues provisorios a raíz de lo acaecido en el Vertedero Cateura días atrás, finalmente retornaron a sus hogares en un trabajo coordinado entre varios organismos.
En respuesta a los incendios, el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (Minna), realizó trabajos de contingencia y apoyo. Los chicos fueron trasladados a la escuela San Miguel para su protección inmediata, donde recibieron los servicios de primeros auxilios y alimentación, todo esto a través de la Dirección de Gestión y Reducción de Riesgo y el programa Abrazo, dependientes de la institución.
En el lugar seguro donde fueron trasladados los pequeños bañadenses, debido a la intensidad del humo y la cercanía de los incendios con sus casas, contaron con el apoyo de educadoras y funcionarios con quienes realizaron actividades recreativas. Recibieron servicios vinculados a la seguridad alimentaria, protección, acompañamiento, derivación y monitoreo de la situación de cada familia.
Walter Gutiérrez, viceministro de Planificación, Programas y Proyectos de la cartera, comentó que la institución viene ayudando de manera permanente en la comunidad y cuentan con un centro del Programa Abrazo que funciona permanentemente apoyando a 120 mil familias de forma directa.
Señaló que los niños de esas familias reciben desayuno, almuerzo, merienda, y son beneficiados con transferencias monetarias condicionadas o bonos solidarios. Además, se les hace un seguimiento a los familiares para articular la atención de los niños en cuanto a educación, salud, y que no estén en situación de trabajo ni en el vertedero, ni en la calle.
“Debido a la pandemia no pudimos abrir el centro, pero sí repartimos kits de alimentos y se brindó ayuda monetaria. Ante esta situación de emergencia estuvimos colaborando desde el primer día y apoyando el esfuerzo de las otras instituciones. Mientras que estaban habilitados los albergues más de 500 niños y niñas por día eran asistidos”, señaló el viceministro.
Agregó que los recursos humanos trabajaron con los más chicos en actividades lúdicas y pedagógicas. “También proveímos de insumos para las ollas populares que se realizaban en el lugar. Se trató de que este momento tan difícil para la comunidad fuera lo más llevadero posible, principalmente para los niños”.
Gutiérrez dijo que la toxicidad del humo era muy elevada en aquel entonces y se buscaron lugares distantes para preservar la salud de todos. “Desde el domingo 27 de septiembre al 4 de octubre se atendieron 2.657 personas, teniendo un total de 35 recursos humanos que colaboraron. Hay que destacar la alianza con UNICEF, ADRA y la Cruz Roja, que hicieron la donación de tanques donde se distribuía el agua, y la Senad que apoyó con 5.000 litros de agua, indispensables para aquellos momentos”, aseguró.
Recordó que en el centro del Programa Abrazo se instaló la Cruz Roja y se realizaron atenciones primarias y adelantó que a principios del año que viene van a construir un nuevo centro del Programa Abrazo para Cateura, seguirán haciendo seguimiento a las familias y apoyando a la comunidad con los recursos humanos.
EL RETORNO
El viceministro mencionó que más de 2.500 familias ya regresaron a sus hogares con un plan seguro, y la situación se controló. Luego del retorno, las cocineras del programa Abrazo elaboraron el almuerzo para compartir con los voluntarios y militares del Comando de Ingeniería, quienes estuvieron desde temprano apoyando los trabajos en los albergues y el Vertedero Cateura.
También se distribuyeron almuerzos y frutas entre las familias de la comunidad y el comedor del Barrio Santa Ana, que estuvieron a cargo de funcionarios de la Dirección de Gestión y Reducción de Riesgo. Finalmente, la autoridad instó a no quemar basura y a evitar la exposición de niñas, niños y adolescentes a las altas temperaturas durante los días de excesivo calor, a hidratarlos constantemente y consumir alimentos livianos.