El Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe (más conocido como Acuerdo de Escazú) es objetivo de debate actualmente en nuestro país.
El mismo fue firmado por Luis Castiglioni, entonces ministro de Relaciones Exteriores el 28 de Septiembre del 2018 en representación de nuestro país. El acto tuvo lugar en Escazú, ciudad costarricense ubicada solo a 8 kilómetros de San José, capital de dicho país centroamericano.
Sin embargo, debe ser ratificado por el Congreso Nacional para que se pueda implementar en Paraguay.
En otras palabras y en términos sencillos, lo principal que establece el acuerdo es la participación de representantes de otros países de la región, para verificar que el cumplimiento medioambiental en el modelo económico es tal y como lo dicen nuestras autoridades.
DUDAS SOBRE SU APROBACIÓN
El documento fue presentado por el Ejecutivo en marzo del 2019 al Congreso Nacional. Sin embargo, debido a la falta de un estudio más profundo fue postergado por varios meses.
Ya en diciembre, Mario Abdo retira nuevamente el proyecto del Congreso luego de varias críticas, principalmente de sectores religiosos y agroexportadores. Hasta la fecha sigue sin ser presentada de vuelta. Recién lo será cuando tenga un consenso social anunció el mismo Ejecutivo.
Mercedes Canese, exviceministra de Minas y Energía, vaticinó como poco probable que el documento sea aprobado en el Parlamento. Esto, debido a que por lo general, los proyectos que tienen que ver con el medioambiente y que atenten a los agronegocios son siempre rechazados.
“Si están cumpliendo las leyes no deberían estar en contra. Lo que busca el acuerdo es la transparencia sobre el cumplimiento de las leyes ambientales por parte de los grupos económicos”, señaló.
FINANZAS SOSTENIBLES
Amilcar Ferreira, economista, explicó que el sector agroexportador, contrariamente a lo que cree, puede ser en la realidad beneficiada con la aprobación de este acuerdo.
“Hay una visión equivocada del sector productor. Ellos creen que con el acuerdo, organismos internacionales tendrían algún poder en cuanto a las regulaciones medioambientales, cosa que no es así”, explicó.
Ferreira recuerda que el país está sometido a otros organismos internacionales como el Gafilat (para evitar el lavado de dinero). Esto brinda varias buenas calificaciones internacionales. Sin embargo, el “Acuerdo Escazú” resulta algo similar pero contrariamente se busca rechazar.
REPERCUSIONES
El entrevistado finalmente explicó que si no se adopta este acuerdo, repercutirá finalmente en las exportaciones. Esto, debido a que los países compradores de materia prima paraguaya se basan en estándares altos en cuanto a cumplimiento medioambiental. Y si nuestro país se aleja de esto, solo se terminarán perdiendo muchos mercados a mediano plazo.
“Si el Paraguay adopta este acuerdo ganará una buena reputación. Y esto permitirá la apertura de nuevos mercados premium, destinos que hoy están cerrados para el país. Si ocurre lo contrario, será a la inversa”, advirtió finalmente.
OTROS ASPECTOS
Además de esta transparencia internacional sobre los procesos productos y su cumplimiento medioambiental, el acuerdo también garantiza la protección de las personas que denuncien responsablemente las infracciones en este contexto. Así como la participación pública en decisiones que atañen al medioambiente entre otros puntos más.