Cada vez más las grandes empresas internacionales con un amplio abanico de clientes esparcidos por el mundo optan por incluir la sustentabilidad dentro de sus colecciones o productos, de modo a poner su granito de arena en la búsqueda por la preservación del medioambiente.
En esta ocasión, Giorgio Armani realizó el lanzamiento ofi cial de su nuevo perfume ‘My Way’ que se enmarca dentro de un plan totalmente sostenible, donde analiza todo el ciclo de vida del producto y ofrece un sistema que permite al consumidor reutilizar el frasco sin necesidad de ir al establecimiento a recargarlo.
Por primera vez en el sector de las fragancias de lujo, Armani presenta un sistema que no requiere ningún embudo ya que se recarga enroscando el recambio directamente al envase. Además, este nuevo lanzamiento de Giorgio Armani representa un paso más allá al reducir 32% el cartón, 55% el vidrio, 64% el plástico y 75% el metal en comparación con cuatro envases de espray de 50 ml. Este producto viene en dos frascos y ambos envases pueden reciclarse de forma separada.
AYUDA AL MEDIOAMBIENTE
En línea con sus objetivos globales, Giorgio Armani se compromete a reducir su huella de carbono en un 25% adicional para lograr la neutralidad de carbono para todos sus productos en 2025, algo que ya logra My Way.
Con un plan a cinco años y como apoyo a las comunidades de donde provienen algunas de sus materias primas, como la vainilla de Madagascar, la firma de lujo colabora con la ONG Fanamby, para asegurar su aprovisionamiento solidario a través de un programa de impulso al emprendimiento local, además de proteger la biodiversidad gracias a la reforestación de 150 hectáreas de bosques que beneficiará al 30% de los pequeños granjeros de la región.
My Way se desarrolló tras el análisis con SPOT (Sustainable Product Optimization), la herramienta del Grupo L’Oréal creada en 2013 para analizar el impacto social y ambiental de cada lanzamiento a través de 14 indicadores que garantizan que no se pueda lanzar ningún producto si no mejoran sus indicadores.
