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Lucha sin cuartel

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Muchas perso­nas han vi­vido ese mo­mento, en el que el profesional mé­dico te anuncia que los exámenes laboratoriales confirman la presencia del enemigo en nuestro organismo. Solo hay una cosa que se puede hacer: darle guerra y pelear por la vida.

Ellas son 4 mujeres que hoy son el rostro de la campaña del octubre rosa emprendida por el Ministerio de Salud, con­tra el cáncer de mama. Han aceptado ser el ros­tro visible de la lucha contra una enfermedad que cambia la vida como dijo Sara Ferrari, casada, mamá de un chiquito de 7 años. Aseguró a Tribu­na, de Paraguay TV que la vida ya no las ves de la misma manera desde que te diagnostican el cáncer.

Son muchos los aspec­tos que rodean al hecho de vivir con esta enfer­medad, desde el mismo anuncio del profesional, la confianza que te trans­mite, la empatía con el mismo, el apoyo fami­liar, la contención que se realiza desde el ambiente que rodea a la persona afectada, que no pase a ser objeto del “sentir lástima” forman y hacen parte de una calidad de vida, durante el trata­miento, afirmaron estas luchadoras y supervivien­tes de la enfermedad.

Recordaron todos los procesos que hay que pa­sar, desde el control sobre todo a partir de los 40 años especialmente, cada año, con el autocontrol, el diagnóstico médico, el dejar de lado el temor que algunas tienen que les aparezca la enfermedad e igualmente recordaron la vigencia de la ley que permite 2 días de licencia por año para someterte a los estudios de mamogra­fía y papanicolau.

Las 4 mujeres narraron sus experiencias de lo que significa convivir con un enemigo de la vida, dos de ellas profesionales de la salud, para entender que este mal no perdona a nadie.

CUANDO LA QUE CONTROLA, SE TUVO QUE CONTROLAR

A Sara Ferrari, quién es medica ginecóloga, le diagnosticaron el cáncer de mamas hace dos años, cuenta ella que se hizo un autoexamen, encontró un » bultito» en el pecho y se comunicó con una compañera de facultad, que es mastóloga o espe­cialista en cáncer, para comentarle el hecho, a lo que su conocida le reco­mendó los estudios.

En base a esos estudios, se hicieron una biop­sia, en ese momento no dimensionaba, lo tome como algo rutinario, tenía 35 años, es decir la enfer­medad tampoco respeto el rango de edad que se recomienda controlar, por lo cual Sara mencionó que se debe cuidar la salud en todas las etapas de la vida.

SALUD MENTAL

Sara comentó que cuando pasas la quimioterapia y después tenés que retomar la vida, te encontrás con un ¿y ahora qué? ¿Quién soy yo?, por eso el acom­pañamiento es súper im­portante, la salud mental es súper importante, del entorno laboral, que uno se siga sintiendo capaz, eso es lo más importante, me tocó trabajar durante todo mi quimioterapia, solo descanse tres meses, yo seguí trabajando para sen­tirme capaz, me iba al con­sultorio con mi turbante y le contaba a mis pacientes mi experiencia, usaba el turbante para animarles a hacer los controles.

TESTIMONIOS DE VIDA

Viviana Frayssinet recordó que fue sometida a una cirugía hace 7 años, “yo pase por todas, cada mayo de todos los años me hacia los controles, en el 2011 salió bien, en el 2012 ya salió algo sospechoso que al final se confirma que si “menciona Viviana.

Comenta, que se podía ha­cer una punción, pero sin embargo, “era muy eviden­te que era un tumor que era maligno y que tenía que estar afuera, entonces fue el pre quirúrgico, se hizo la cirugía, se hicieron más estudios para ver todo, no tuve mastectomía, tuve una sección de un cuadra­dito, no se me saco toda la mama, porque considera­ban que por donde estaba ubicado y la tasa de reinci­dencia del cáncer no varía sacando una parte o toda la mama”

Agrega ella que confío mucho en su médico, en­tonces se hace la cirugía, “me repuse, me dieron opciones de quimio, 4 sesiones fuertes y luego una vez a la semana, que era más tolerable, hasta diciembre”.

LA RADIÓLOGA Y SU EXPERIENCIA

Nelly Salinas, tiene dos hijos, uno de 23 y una de 15 años. Ella también es profesional de la salud, ya que es licenciada en radiología y por esas co­sas de la vida realiza los estudios de mamas a las mujeres que asisten a su centro asistencial. Un día con su compañera de trabajo deciden hacerse también los estudios, en cuanto tuvieran un espa­cio ya que eran muchas mujeres las que venían para realizarse los estu­dios. Llega el día para los estudios y cuál es su sor­presa, que lo que observa no le gusta, encontrar unas imágenes no muy buenas de su pecho. “Fue muy duro ese momento” señala Nelly al mismo tiempo de comentar que busco la asistencia de una profesional de su entorno para que le confirme la situación. “Allí comenzó todo”. La médica que la atendió le dio unos es­tudios de ecografía para realizarse, pero no los hizo ese día, debido a que la situación la impacto. “Termine de atender a los pacientes y luego me subí a mi vehículo y me fui a casa, porque me sentí tan mal” menciona al recor­dar aquel episodio. Se­ñaló que al día siguiente tuvo que comenzar a en­frentar la realidad, con la biopsia, los tratamientos.

Con un hijo tenía que luchar  “Hace 4 años que me ope­re, trabajo en salud públi­ca, apoyando en la labor de los profesionales, siempre trate de tener una vida or­denada, cuidando mi salud en todos los sentidos” Re­cordó Laura Bordón.

Comentó que “un día probando mi ropa, acomo­dando, sentí algo extraño y me asuste. Tuve un hijo en la edad recomendada, le di de mamar a mi hijo, yo creí que cumplir con todo esto ya no pasaría por estar en riesgo, tampoco tengo antecedentes. Al sen­tir ese bultito acudí a mi ginecólogo con quien me hacía el pap todos los años, entonces me sometí a unos estudios y me llama un día para comentarme los resul­tados” Señaló que “fui con mi esposo, pensando que iba a ser algo rápido el re­tirar el resultado y ya está. El me espero en el auto. Sin embargo, la cara de mi médico decía ya otra cosa. Él me cuenta, me da la res­ponsabilidad de dar el diag­nóstico y me dice que no me preocupe, que esto se trata y que me derivaría a un mastólogo. Desde aquel día dije que nunca más iría sola a una consulta, ahí comencé a ir siempre con mi marido, que es el que me apoyo en todo esto. “Si pude aguantar siempre fue por mi familia”

 

VIVIANA FRAYSSINET

A los 21 días ya sabía que se me iba a caer el pelo, entonces comencé a pro­bar un look de pelo cortito para ir acostumbrándome, luego fui junto a un señor que me pase la maquinita, para tener el pelo bien cortito, me re­baje totalmente, le gane una por lo menos al cáncer ya que estaba dentro de mi operando, no le di el gusto de que se caiga, llegue a mis 50 pelada e inflada por los corticoides, usaba pe­lucas, pero seguí haciendo mi vida de todos los días, luego me toco rayos, 33 sesiones, ni te das cuenta porque pasas más tiempo en llegar que en pasar por los rayos, era algo rapidísimo, pero si sentía mucho cansancio.

 

LAURA BORDÓN

Se lo conté a mi papa, luego a mi mamá que es una mujer muy fuerte, jamás la vi llorar, es muy fuerte, herencia de las mujeres fuertes de mi familia, al contrario, siempre me dijo , vos podes, tenes que poder porque tenes un hijo que te necesita y es cierto, tengo un hijo que es autista, yo me preguntaba cómo sería para el asumir eso, ya que a él le afecta todo cambio, y esta en­fermedad iba a cambiar mi aspecto, no sabía si me iba a aceptar. En todo esto mi esposo es el campeón de la histo­ria, porque cuando vino mi hijo con autismo, dejó toda su vida detrás de él y ahora yo con esto también me apoyó, él realmente estuvo acompañándome en todo. Esto no termina aquí, esto continúa, es un proceso que genera un poco de ansiedad cuando uno va a los controles, no hay que quedarse estacio­nado en ese mal.

 

 

NELLY SALINAS

Tuve enfrentar la realidad, con la biop­sia, los tratamientos, la cirugía, me sa­caron una parte, posteriormente tuve que pasar nuevamente por cirugía 15 días después de la primera interven­ción quirúrgica. Pase por la quimio, quede sin cabello, tuve un derrame pericárdico, estuve internada en IPS hasta mi recuperación. Esto comenzó hace 5 años, es un tratamiento largo, mis tratamientos cada tres meses, la vida sigue. El cáncer no duele, no es que te va a doler algo, porque a veces la gente siente una pelotita, pero dice no me duele, el cáncer no duele, recién te comienza a doler cuando ya está total­mente instalado en tu organismo, ese momento del dolor ya es tarde.

 

 

SARA FERRARI

Yo me di cuenta, que a los 35 años, nunca me enfermaba de nada, era muy sana, me hicieron la biopsia, 15 días después , mi amiga que me acompaño en el proceso, me dijo el diagnóstico, y en ese momento, creo yo que la parte más difícil fue explicarle esto a mi familia, a mi esposo, a mis padres, a mi hijo de 7 añitos, como explicarle todo el proceso que iba a comenzar a vivir, siempre fuimos sinceros con él en todo.

Pasó ese momento, me operé, entré en quimioterapia, asumí todo eso, pasar por todo ese cambio de vida, por más que sea pequeño el cáncer, por más que se soluciona con una extirpación, desde que te dicen que tenes cáncer, aunque este en estadio 1 o 2, cambia tu vida, cambia la actitud ante todas las situaciones, todo se toma de forma más positiva, todo se interpreta diferente, aprovecha los momentos con sus seres queridos, trata de no perderse de nada.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.