La depresión es un trastorno emocional que causa sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades. También denominada trastorno depresivo mayor o depresión clínica, afecta los pensamientos, el comportamiento de una persona, y puede causar una variedad de problemas físicos y emocionales.
Los expertos afirman que sentirse deprimido en este momento de inactividad forzada por la pandemia y constante incertidumbre, es inevitable, y la mayoría de las personas luchan por mantener una actitud positiva ante un escenario desgastante e incierto.
El psicólogo Osmar Sostoa explicó que la gente reacciona ante una determinada situación de acuerdo a lo que tuvo antes de esta, y la depresión fue una de las formas en que se manifestaba el malestar psíquico con la llegada de la pandemia.
“Muchas personas que anteriormente sufrían agorafobia, al estar encerrados vieron un síntoma contrario, que es la claustrofobia. Quienes vivieron mucha angustia se les aceleraba, tenían síntomas de ansiedad, comían mucho, bebían mucho, a algunos incluso les afloraba la agresividad”, acotó el profesional.
Agregó que la especie humana aprendió a manejar sus impulsos, pero en situaciones límites reacciona con agresividad o inhibición, timidez y depresión.
“En encuentros virtuales que he compartido con otros profesionales, estos comentan, desde sus experiencias, que sí hubo muchas personas que profundizaron su depresión e incluso se manifestaron conflictos familiares, se dieron distintos tipos de manifestaciones de acuerdo a la personalidad del individuo”, apuntó Sostoa.
CONTENCIÓN
Afirmó que si se dan casos muy graves de depresión hace falta un trabajo interdisciplinario con psiquiatras que puedan medicar al paciente, pero si es una depresión coyuntural y no es tan profunda y dilatada en el tiempo, puede recibir un apoyo psicológico y salir adelante.
“La depresión es un duelo patológico, mucha gente sana puede caer en una situación de duelo, un sentimiento de pérdida de su libertad, de su libre circulación, con el uso de la mascarilla una pérdida parcial de su identidad, de sus vínculos sociales, y qué decir si perdieron sus trabajos y están golpeados económicamente”.
Señaló que el trabajo de los profesionales es ayudar a sostenerles y resolver de manera práctica las limitaciones y restricciones reales en esta situación de pandemia.
“Es importante alentarles a las personas deprimidas a buscar opciones alternativas, apelar a la solidaridad de la familia en cuanto a la administración económica, en muchos barrios necesitados se vieron las ollas populares y la solidaridad social les da un espacio de vínculos afectivos, sostienen emocionalmente a la persona deprimida”.
RECOMENDACIONES
Sostoa aconsejó con el objetivo de evitar la depresión, realizar encuentros virtuales con amigos, no ver constantemente noticias negativas, o sea, disminuir la exposición a los noticieros, con 1 o 2 veces a la semana ya uno se hace ideas de lo que ocurre y puede cumplir con las indicaciones de salud.
“Una persona deprimida debe salir un poco de las redes sociales y buscar cubrir el tiempo con cosas productivas, leer un buen libro que permite disfrutar de la literatura y que amplíe el conocimiento, visitar canales donde hay música, danza, teatro, que permitan cubrir ese espacio y no estar aislados”, aseguró el psicólogo.
Finalmente, expuso que fácilmente se puede encontrar una salida para sentirse bien, es importante realizar actividades que permitan levantar el espíritu, a través del arte, el deporte, y la ciencia.
La psicoanalista Rosa Seifart, refirió que como psicoanalistas ofrecen una “escucha” y “contención emocional”. «Las personas necesitan hablar sobre lo que les pasa, y hablar produce alivio, es una manera de canalizar las ansiedades y las preocupaciones. La palabra, siempre fue por excelencia, la vehiculizadora de las ansiedades, los miedos. Expresar nuestros conflictos, temores, malestares a través de la palabra, es humanizante».
Aseguró que como sociedad es muy importante ver al “otro” no solamente como alguien que contagia, portador de un mal o quien produce daño, sino también como alguien que ayuda, como apoyo y sostén.