El pasado jueves, durante el tratamiento de un proyecto de ley clave para el Ejecutivo en el Senado (Fogapy), se observó una llamativa disparidad entre los mismos integrantes de la bancada A de la ANR compuesta por los ocho legisladores de Añeteté.
Específicamente se observó a Óscar Salomón, Blanca Ovelar, Juan Afara, Martín Arévalo, Luis Castiglioni y Silvio Ovelar votando a favor de la versión de diputados que era la versión que prefería Mario Abdo Benítez. Sin embargo, Enrique Bacchetta, justamente presidente de bancada votó por la versión contraria que era la del Senado y Juan Carlos Galaverna, estuvo ausente.
Esta simple disparidad de uno de los integrantes del primer anillo de Abdo desnuda una fisura interna dentro del movimiento. Esta división ya tuvo sus primeros síntomas en febrero pasado cuando Abdo designó a José Alberto Alderete como candidato a la Junta de Gobierno, sin embargo, Juan Afara no lo acató y realizó sondeos por su cuenta para impulsar su candidatura.
Martín Arévalo, integrante del movimiento, reconoció que existe en la bancada una división en tres bloques, la primera está conformada por Bacchetta, Galaverna y “Beto” Ovelar. La segunda por Blanca Ovelar, Óscar Salomón, Juan Afara y el mismo Arévalo. Mientras que la tercera facción encuentra a Luis Castiglioni de forma solitaria.
“Tenemos inconvenientes en la bancada como conjunto. No tenemos ese trabajo coordinado como debía ser”, explicó.
Sobre quien es el responsable de esta situación señaló que habría que hacer una mea culpa entre todos. Y establecer una mesa de diálogo para lograr un trabajo mejor mancomunado.
“Todos somos responsables. El Presidente con toda la presión que tiene no puede conversar con su bancada y esto se refleja claramente en Diputados cuando muchos de sus proyectos son rechazados”, manifestó.
El legislador vaticinó que será muy difícil subsanar las diferencias atendiendo a que la situación económica es adversa.
GALEANO PERRONE
Horacio Galeano Perrone, politólogo, por su parte expresó que la situación de Añetete es debido a que no fue creado como un movimiento íntegro sino más bien con el objetivo de derrocar a Horacio Cartes.
“No hay que quitarle los méritos de haberle ganado a un Cartes que estaba en el poder y con todo el caudal económico que poseía. Sin embargo la lógica de las elecciones no es la misma lógica que debe aplicarse a una forma de gobernar”, señaló.
En otras palabras, Mario Abdo Benítez debía pagar los favores, pero lo hizo excediendo los límites. Y esto se produjo por su poca experiencia política.
Para Galeano, este quiebre se acentuará cada vez más ya que el Ejecutivo tiene la prioridad de “pagar favores” antes que gobernar.
El entrevistado advirtió finalmente que se vienen tormentas para Abdo Benítez debido a la existencia de sectores “reventados” económicamente. Hecho que desembocarán en cuestionamientos que sus asesores no podrán enfrentar.
“En el Paraguay existen personas talentosas pero no lo están en el equipo de Mario Abdo Benítez”, culminó.
