El pasado jueves 18 nacieron dos bebés siameses en el Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS). Los hermanitos, unidos por la pelvis, pesaron juntos más o menos 4 kilos 600 gramos y están en buen estado de salud.
La historia hizo recordar que hace 24 años un equipo multidisciplinario de profesionales logró separar a siameses con gran éxito. José María Ortigoza, nació siamés con su hermana gemela, quien falleció después de la operación por problemas cardíacos. Hoy el joven es estudiante de enfermería, una decisión que tomó gracias al ejemplo y el cariño que le ofrecieron los profesionales de la salud a lo largo de su vida.
El doctor Hugo Arza, cirujano pediátrico, recordó aquella desafiante operación y mencionó que se siente satisfecho por cumplir con los pacientes, con los padres y mostrar que la capacitación que recibió, que la experiencia ganada, fueron útiles.
“Emocionalmente es muy reconfortante, no sólo el desafío de una cirugía completa, sino sacar adelante un paciente. Es una patología muy poco común, muy poca gente tuvo la posibilidad de hacer este tipo de cirugías”, comentó el doctor Arza.
Agregó que es indudable que se necesitó un buen equipo, un soporte con muchos profesionales formado y preparado para este tipo de casos.
“Éramos más o menos 30 o 40 personas, si vamos a tener en cuenta el apoyo psicológico, el servicio social, enfermería, anestesistas, neonatos, cirujanos, traumatología. En estos casos todo representa un desafío, a pesar de estudiarlo muy bien y tener muy claro la conformación anatómica de esa malformación que tuvieron, uno puede encontrarse con sorpresas en el quirófano”.
El profesional agregó que la hermana tenía un problema cardíaco muy grave, un corazón incompatible con la vida y se tuvo que hacer una cirugía paliativa posterior.
“Si eso hubiera fallado en el momento de la operación pudimos haber tenido complicaciones, porque el fallecimiento de uno de los hermanos en la cirugía hubiese podido complicar la vida del otro, pero gracias a Dios no tuvimos ese evento y la cirugía fue relativamente tranquila”.
Con respecto al nuevo caso de nacimiento de siameses, el doctor Arza afirmó que es fundamental la preparación, el estudio, recopilar toda la información que se pueda, el equipo debe tomar su tiempo, y hacerlo con tranquilidad.
Por su parte, el cirujano plástico que participó de la operación fue el doctor Leonardo Quiñones. El profesional refirió que cada cual tenía un objetivo bien claro dentro del equipo, él debía cerrar la superficie donde estaban adheridas las criaturas.
Contó que se recurrió a un recurso que en ese momento no estaba muy difundido, se llaman expansores de tejidos y se usaron para ganar piel y remendar la herida que quedaba después de la separación de las criaturas.
Fueron probablemente uno de los primeros en usar expansores cutáneos en recién nacidos.
“Nos dimos cuenta que fue algo trascendente. No se había juntado nunca un equipo multidisciplinario de más de 20 cirujanos de distintas especialidades para hacer algo tan trascendental”, concluyó el doctor Quiñones.
