El pasado miércoles, la Cámara de Diputados derogó el convenio de financiación de la Unión Europa al programa de apoyo al sistema educativo de Paraguay. El proyecto pasó a la Cámara de Senadores para su estudio.
La financiación, que consiste en US$ 38 millones, ha sido motivo de controversia porque, según grupos sociales conservadores, estaría atado a un plan de transformación educativa con enfoque de género. Desde el Ministerio de Educación han desmentido que el plan tenga esas intenciones y el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, declaró a los medios de comunicación que su gobierno no impulsará la ideología de género en las escuelas y colegios y que vetará el proyecto de prosperar. .
Óscar Stark, director general de Administración y Finanzas del Ministerio de Educación (MEC), lamentó que haya tenido media sanción la derogación de esa ley porque no tiene nada que ver con el Plan de Transformación Educativa.
Informó que este plan se financia con recursos del FEEI que son G. 23 mil millones que fueron aprobados en el 2017 y ya tienen una alta ejecución.
“Lo derogado no tiene nada que ver con el Plan Nacional de Transformación Educativa. Estos son recursos para apoyo presupuestario del MEC por 21 millones de euros y para ayuda complementaria otros 17 millones de euros que ejecuta directamente la Unión Europea”, manifestó.
De los 21 millones de euros, 5 millones ya se ejecutaron el año pasado, 8 millones este año y 8 millones el año que viene. Eso va a afectar a gastos que ya hicimos en el caso de este año y gastos que haremos el año que viene, y gastos que haremos el año que viene para compras de útiles escolares, almuerzos escolares, alimentación escolar en general, infraestructura física de emergencia.
Esto forma parte del proyecto de presupuesto. Desde el 2009 nuestro país recibe este tipo de cooperaciones de la Unión Europea al Ministerio de Educación y fueron ejecutados de acuerdo a la necesidad.
“Esto impactará en el desembolso de este año y en el del año que viene. Más de G. 100 mil millones y son recursos con los que no contaremos. Esto afectará el año que viene ya que no hay tiempo para hacer ninguna reprogramación para este año. Vamos a tener que dejar de proveer el almuerzo a mitad de año más o menos cuando se acabarán los recursos”, señaló.
Esto afectará 1,8 millones de platos servidos para el 2023 que debían ser destinados a unos 45 mil alumnos.
Señaló finalmente que están confiados de que en el Senado no prosperará la derogación, atendiendo que nuestro país debe triplicar su inversión en educación en los próximos 15 años, es decir, pasar de US$ 1000 millones a US$ 3000 millones.