Se ha puesto en marcha una iniciativa tripartita destinada a potenciar los atractivos turísticos del departamento de Caazapá, que cuenta entre sus activos naturales más importantes gran parte de la reserva forestal de San Rafael erigida en parque nacional. Del proyecto participan la Gobernaciónn departamental, Caazapá capital y la Secretaría Nacional de Turismo.
El Parque Nacional San Rafael fue creado por decreto 13.680 de 1992, ante la necesidad de preservar las 78.000 hectáreas de la depredación de la que ya estaban siendo objeto los bosques que lo componen. Se trata de un monte continuo parte del cual está en el departamento de Caazapá y parte en el de Itapúa.
Los atractivos naturales que presenta esta reserva de bosque atlántico están integrados en una de las pocas extensiones intocadas de cubierta vegetal con abundantes cursos de agua, rápidos y caídas que son refugio de las especies más variadas de aves, mamíferos, peces e insectos.
Si las tres instituciones involucradas se ponen de acuerdo y trabajan coordinadamente, la ocupación de esa reserva con actividades de senderismo, deportes de aventura, camping sumadas de las tareas de tipo científico y de investigación que llevan algunas oeneges conservacionistas podrían desestimular las actividades ilícitas de extracción de madera valiosa que aun queda en la reserva.
Pero también deben poner su parte los organismos de vigilancia, detección de talas no autorizadas y comercio de la madera resultante, sin olvidar la práctica cada vez más común de plantar marihuana en las areas de desmonte. Estas actividades delictivas tienen que ser cortadas de raíz y para ello se necesita una decidida presencia del Estado y sus organismos competentes de punición.
Los destinos locales se están volviendo cada día más atractivos si están acompañados de infraestructura apropiada, entre ellos, la adecuación de comodidades para el pernocte de una nueva corriente de turistas que recorren el continente en motorhome, motocicletas y vehículos diversos acondicionados para servir de posada nocturna a los viajeros. Se trata de un turismo low cost que genera una demanda de posadas baratas, playas de camping y comidas rápidas que les permiten disfrutar del panorama antes de seguir viaje.
Caazapá puede sumarse a la corriente con su nuevo proyecto de desarrollo turístico.