A días de celebrar la independencia paraguaya, rememorando la constitución del país como República, debemos hablar de aspectos que aún no nos permiten mantenernos autónomos pese a poseer los factores para hacerlo: la producción nacional de alimentos.
Produciendo en su amplia mayoría los principales suministros alimenticios del país, Paraguay se destaca por su capacidad para abastecer a la población en los aspectos más básicos que demande. Sin embargo, la mayor parte de las producciones de nuestro país se observan más en el flujo de exportación, antes que en la provisión alimentaria.
El ingeniero Diego Oddone, vicepresidente de Asuntos Estratégicos y Planificación de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), observó durante la pandemia la gran apertura de oportunidades que significa el mercado nacional, por su magnitud. Pese a ello, acotó que las industrias nacionales no daban abasto durante la crisis porque el mercado está copado de productos importados ilegales o de contrabando.
“Vivimos en un país con mucha informalidad, donde los controles y las estadísticas son difíciles de hacer. Hay un sistema económico y político que sostiene el mecanismo, entonces cuando la industria quiere levantar cabeza, debe competir con ambos poderes que tienen intereses en sostener el mercado ilegal y de importación”, sentenció.
Ing. Diego Oddone
En el contexto actual en el cual nos encontramos, con un bajo crecimiento y elevados precios, el ingeniero Oddone indicó que resulta mucho más caro importar de Argentina, por lo cual los productos traídos de allí deberían ser reemplazados por la producción nacional. Así, se debe incrementar la productividad interna e innovar dentro de las industrias nacionales, produciendo alimentos a buen precio para el mercado nacional, enfocados en la competitividad.
“Nosotros prácticamente producimos el 100% de lo que se consume en Paraguay, pasando por la carne, los lácteos, panificados, galletitas, chocolates, productos gourmet y más; si no se produce, se puede llegar a hacer y de la mejor calidad, pero la competencia debe ser entre industrias nacionales, no con artículos importados o ilegales”, puntualizó.
Para lograr este avance, el ingeniero Oddone habló de un primer paso esencial, que es la eliminación de la línea del contrabando en nuestro país. Con esto se podría desarrollar el objetivo central, que es el restablecimiento de la producción nacional y la competencia industrial paraguaya.
DEPENDENCIA ALIMENTARIA
Francisca Monges, presidenta de la Asociación de Padres de Colegios Públicos, detalló de manera ejemplificada cómo la falta de abastecimiento afecta directamente a toda la sociedad paraguaya, pues muchos son los niños en etapa escolar que no pueden acceder a una merienda o almuerzo escolar. En algunos colegios se puede observar, lo cual permite el buen acompañamiento en términos alimenticios de los estudiantes, pero esa realidad no es la misma en todas las instituciones.
Francisca Monges
“La mayoría se moviliza a pie hasta el centro educativo, para así reservar una pequeña parte para el almuerzo y la merienda del niño. Todo requiere de una gestión de la mamá o la persona encargada en la casa; medianamente se necesita G. 30 mil por día o G. 10 mil por niño para solventar eso”, expresó la profesional.
En ese sentido, Monges aseveró que los niños no serán bien alimentados en la medida de las posibilidades de las familias, pues sin esa necesaria gestión financiera y de productos para los escolares, no contarían con los alimentos básicos. Teniendo amplias producciones nacionales, no es posible solventar mínimamente ese aspecto.
“Formamos parte de un plan piloto en Misiones que es el control ciudadano sobre la alimentación proveída por la Gobernación. Queremos hacer lo mismo en Central, detallando lo que debe recibir cada niño; todos los productos son nacionales y con esto también tratamos de impulsar la producción de cada comunidad”, concluyó.
De este modo, únicamente con actividades similares y también redoblando esfuerzos con determinantes decisiones políticas se podrá vislumbrar de una manera leve la independencia en términos de abastecimiento alimentario que necesitamos, sacando mayor provecho de nuestras producciones.
