Por falta de quórum la Cámara de Senadores no llegó a realizar su sesión extraordinaria en la que tenía previsto analizar la pérdida de investidura tanto del senador Javier Zacarías Irún y Rodolfo Friedmann. Solamente 15 de los 40 legisladores se conectaron para la reunión virtual en la que iban a decidir si expulsaban o no a los mencionados parlamentarios.
Los senadores que no asistieron a la sesión argumentaron que primeramente se debe aprobar la reglamentación de la pérdida de investidura para luego estudiar los pedidos de expulsión que existen.
De hecho, en la mañana de ayer, 24 senadores remitieron una nota al titular del Congreso Nacional, Óscar Salomón, comunicando que no asistirán a la reunión y además aseguran que, hasta que no se reglamenten los procedimientos enmarcados en el artículo 201 de la Carta Magna, no participarán de procesos de pérdida de investidura.
“En vista de la relevancia que supone contar con una regulación clara de un proceso de tanta importancia constitucional, no consideramos prudente tramitar denuncias de esta naturaleza hasta tanto se haya aprobado la ley en estudio y sean plenamente aplicables sus disposiciones para todos los procedimientos futuros”, señalaba en parte la nota enviada a Salomón.
Agregaron también que la ausencia de una regulación clara sobre un procedimiento como lo mencionado expone a un poder del Estado a que pueda ser alterado en su propia conformación por medios no democráticos, esto es sin que se cumplan las garantías que satisfagan el requisito constitucional de que se demuestre fehacientemente el uso indebido de influencias de un legislador.
Tras levantar la sesión, el titular del Congreso Nacional fue consultado sobre qué opina de la decisión de la mayoría de los senadores y dijo que “en cierta forma” también está de acuerdo en que primero se apruebe el artículo de reglamentación para que los mismos tengan “una forma de conducirnos en esto”.
Sostuvo que además de los 24 legisladores que firmaron la nota, hay otros que tampoco estaban de acuerdo con que se lleve adelante la sesión extraordinaria.
De esta manera, una vez, Zacarías Irún y Friedmann fueron salvados de perder su banca en la Cámara Alta. La ausencia masiva no cayó bien a los que impulsaron estas pérdidas de investiduras e incluso calificaron de vergonzoso “al colectivo multicolor conformado para defender la impunidad. La incoherencia goza de buena salud, en especial en la oposición”, reclamó la senadora Georgia Arrúa (PPQ).
“Senadores que llegaron al cargo por la destitución de otros, en procesos realizados sin la reglamentación del artículo 201, hoy vieron la luz y dicen que no se puede destituir a nadie sin el reglamento previo”, escribió la parlamentaria en su Twitter.
USO INDEBIDO DE INFLUENCIAS
Cabe recordar que el argumento para la solicitud de expulsión de Zacarías Irún y Friedmann es el uso indebido de influencias; además de que los dos cuentan con procesos pendientes en la justicia.
En el caso de Friedmann, está imputado por administración en provecho propio, lavado de dinero, asociación criminal y cohecho pasivo por el caso de adquisición de “merienda escolar” cuando se desempeñaba como Gobernador del Departamento de Guairá.
El legislador habría montado un esquema presuntamente para adueñarse de las licitaciones de la Gobernación para la provisión del almuerzo escolar mediante la empresa Eventos y Servicios SA (ESSA), que siempre era la adjudicada con los llamados.