Luego de su juicio, José Luis Chilavert habló de lo que le otorgó la justicia paraguaya, afirmando con convicción que él se siente ganador al exponer ante el mundo los malos manejos de la Conmebol, encabezada por Alejandro Domínguez.
Con un fallo de un año de condena con posibilidad de suspensión terminó el juicio de José Luis Chilavert. El exarquero de la selección paraguaya fue acusado de difamación, injuria y calumnia por Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, quedando desestimadas las dos últimas acusaciones.
“Estoy muy satisfecho y muy contento porque no es fácil hacerlos sentar a estos personajes, que se creen del jet set, al banquillo acusador. Si bien él me hizo la denuncia, tenía que responder sobre todos los problemas que tenía la Conmebol y quedó expuesto al mundo los malos manejos de la institución”, determinó el exfutbolista, agregando que en parte le parece injusta la decisión porque deberían haberse desestimado las tres acusaciones.
Así, adelantando que apelará el fallo, señaló que está consciente que el juez podía condenarlo en las tres instancias al haber recibido mucha presión de arriba porque querían verlo en la cárcel. Por eso, señaló haber ganado el juicio 2 a 1, catalogándolo así como un partido, sin dejar de destacar también la objetividad del juez Manuel Aguirre, afirmando que no todo está perdido en la justicia paraguaya.
EL CASO
“Alejandro dijo que mis tweets le dañaron su honor y prestigio, pero cuando cobraba US$ 374.000 en la época de Léoz, su honor y prestigio no estaban dañados y cuando se saca fotos con Marco Polo Del Nero de Brasil, buscado por la justicia americana por el caso Fifa Gate, tampoco”, sentenció Chilavert, agregando que para tener un país serio y cambiarlo, la justicia debe mejorar.
Como ejemplo del manejo de la justicia, mencionó que durante el juicio, Domínguez realizó un pedido de informes para saber si Chilavert pagaba impuestos en el país; sin embargo, cuando se solicitó el mismo pedido de datos para el titular de la Conmebol, no se llegó a presentar nada. Al respecto, determinó que Domíguez se jacta de no poseer problemas porque está arropado políticamente, a diferencia suya.
“Yo no estoy protegido por nadie, solo peleo por mi causa porque veo todo el daño que han hecho al deporte. Lucho por la verdad y defender los intereses del fútbol sudamericano, pero también esto es un mensaje para el pueblo paraguayo, que no debe temer y debe defender siempre sus derechos individuales. No tenemos que dejarnos pisotear”, remarcó.
Dentro del punto, afirmó que, sin lugar a dudas, esto es una lucha de clases a tal punto que hoy en día cuando él camina por la calle, la gente lo felicita y lo abraza, haciéndole saber que al menos hay un hombre que enfrenta a “los personajes nefastos que tenemos en el Paraguay”.
“Cuando Domínguez asumió en el 2016, se había jactado de no permitir más conductas corruptas en la Conmebol, cuando en verdad perteneció al sector de la corrupción con Léoz, Figueredo, Napout, etc. Entonces, ¿en ese momento no era un ambiente corrupto y hoy que está al frente de la Conmebol es transparente?”, resaltó el exarquero.
Por otra parte, puntualizó que nunca trató como delincuente o ladrón a Domínguez, pues siempre se refirió a la Conmebol y todas las personas que fueron despedidas injustamente, sin haber recibido pago de IPS por la Conmebol, lo cual se llegó a comprobar con el abogado de Chilavert. Mediante estas informaciones, finalmente se pudo ayudar a esos excolaboradores, en beneficio de lo que les correspondía para su IPS; este factor también logra verlo como un logro personal.
“No hay que temer, la época de Stroessner ya terminó y la gente del jet set tiene los pies de barro. Pero esto recién empieza porque después tenemos la cámara, si falla en contra tenemos la corte, después está la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos. Esto no termina porque él sí ha perjudicado mi honor y prestigio”, finalizó.