@peztresojos – Emprendedor y Comunicador Social
Resulta increíble pensar que nos encontramos en el octavo mes del año, que estamos a semanas de empezar a ver decoraciones de árboles y luces. Pareciera ser que el 2020 quiere ser un paréntesis en nuestras vidas, pero sigue haciendo méritos para que sea difícil olvidarlo.
Un Gobierno que se muestra indolente y que hace agua por todos lados, donde un Ministerio de Urbanización invierte más en publicidad que en viviendas, agua tónica para combatir el coronavirus, clanes familiares que se relamen siendo adjudicados con millonarias licitaciones, políticos que quieren amputar fondos para investigación, empresarios ingresando contrabando por nuevas vías, rebeliones de frontera. La pandemia nos mostró un nuevo Paraguay con los viejos vicios de siempre.
Ciudad del Este ha sido una muestra de lo que puede ocurrir si continúan estos juegos del hambre con nuestra gente. Iniciando marzo, el Gobierno pedía a la ciudadanía que se quede en su casa, para poder preparar al sistema sanitario de cara a la emergencia sanitaria. El Ministerio de Salud no tuvo siquiera la capacidad de ejecutar el 10% del fondo de emergencia aprobado hace más de 5 meses, para poder surtirse de implementos y equipamientos. La realidad de hoy dibuja a un sistema colapsado, médicos y personal de blanco que desde el día uno han tenido que comprar sus equipos de bioseguridad y un sistema de salud que sobrevive gracias a donaciones.
La curva aumenta, las fatalidades también, casi no quedan camas disponibles, más de 800.000 paraguayos están sin empleo y el 68% de los hogares se vieron afectados en sus ingresos. Que toda esta yesca de paciencia de nuestra gente no sea encendida por la chispa causada por la ineficiencia de un gobierno que sigue mostrándose anestesiado ante la situación, porque el resultado puede ser aterrador y desastroso.
