Radio 1000 AM anunció que el Gobierno de los Estados Unidos ha tomado la decisión de enviar al Paraguay a Richard Nephew, coordinador Anticorrupción Global del Departamento de Estado.
Esto para resolver los últimos aspectos relacionados a las eventuales solicitudes de extradición de varias personalidades, entre las que se encuentran Horacio Cartes, expresidente de la República y Hugo Velázquez, actual vicepresidente. Su presencia en Asunción está prevista para el jueves 27 y viernes 28 de octubre del 2022.
Mario Paz Castaing, analista político y candidato a senador por el PPQ, afirmó que se trata de un seguimiento a las designaciones del Departamento de Estado. “No se si será para la extradición, pero si tenga que ver. Existe un plazo que tiene el secretario de Estado Antony Blinken para informar a los EE.UU de los motivos y causas de los significativamente corruptos”, explicó.
Para el analista, toda designación de significativamente corrupto no termina, necesariamente, con un pedido de extradición. “A veces se limita solo al retiro de la visa y a la prohibición de ingreso a los Estados Unidos. Este año, el expresidente de Guatemala fue preso luego de una designación. Depende de cómo sigan los trámites y cómo se interpretan estas cuestiones”, culminó.
ESTIGARRIBIA
Hugo Estigarribia, exsenador y analista político, expresó por su parte que le parece que estos funcionarios vienen a trabajar en la embajada de países en los cuáles hay temas judiciales pendientes.
“Es algo frecuente, evidentemente todos vinculan a las designaciones de significativamentes corruptos. Se especula mucho sobre el candidato a presidente de la ANR, Horacio Cartes”, comentó.
Sostuvo que al venir un funcionario vinculado al proceso de extradiciones, se dispara la presunción que podría traer personalmente documentaciones o pruebas.
“No podemos saber cual es la situación de esto que desembocó en una declaración del embajador de los Estados Unidos. No podemos saber cuales son los motivos de la visita. Hay que entender que un pedido de extradición significa llevar a una persona a someterse a la justicia de otro país. Si hay un proceso, se tramita desde la embajada, seguramente se desataría toda una cadena, un debate sobre las inmunidades. Para mi esto podría desencadenar en esas cosas. Pero aventurar hipótesis me parece poco serio”, afirmó.