Como ciudadanos y principales mandantes en democracia nos encontramos siempre entre las aguas turbulentas de noticias de robo, y abusos de la política que nos deben servir para mejorar el sistema.
La diferencia entre Estado y Gobierno es que el segundo forma parte del primero, y como ciudadanos hemos votado para que administren bien nuestros impuestos que lamentablemente terminan en altos salarios, bonificaciones, gratificaciones, malgasto y despilfarro. Cifras que pueden servir para iniciar, fortalecer, mejorar lo existente para prever dificultades a futuro como lo vivido ahora en la atención sanitaria en pandemia que acabó por exhibir todas las lacras del gobierno y ninguna de sus virtudes.
No entiendo mucho de finanzas y economía, pero se que mal administrando mis fondos estaré en serio peligro cercano. Casi dos mil millones de dólares se roba anualmente y nadie se escandaliza.
Economía es administrar carencias y necesidades con honradez y eso nos hace falta en el Gobierno que tenemos. También carecemos de ciudadanía capaz de saber el alto costo que tiene una mala administración. Nos falta asombro y reacción, castigo ejemplar porque si no lo hacemos podemos condenarnos de nuevo a la dictadura que es un castigo muchas veces a las democracias cleptomanas que tenemos. Duele esto, pero lo único terrible de la verdad es que puede no tener remedio. Actuemos con sinceridad de propósito y cambiemos.