En un trabajo conjunto entre el Ministerio Público y la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) se constató que varias farmacias de Asunción y ciudades aledañas se comercializaba ilegalmente fentanilo y morfina, de uso exclusivo del Instituto de Previsión Social (IPS).
Según los investigadores estas drogas son altamente nocivas y adictivas e infringen lo que dispone la Ley 1.340/08 que reprime el tráfico ilícito de estupefacientes y drogas peligrosas. “La investigación apunta a un esquema criminal que estaría propiciando el desvío de dichas sustancias y su posterior venta al menudeo desde farmacias, constituyéndose en una nueva modalidad de microtráfico de estupefacientes desde dichos establecimiento”, señalaron desde la Senad.
También señalaron que el fentanilo es un narcótico opioide sintético, con alto poder analgésico y anestésico en el ámbito médico legal. En el rubro ilícito preocupa la venta y consumo de esta sustancia, ya que inclusive es cien veces más potente y dañina que la heroína.
Entre las sustancias que fueron decomisadas se encontraron aquellas con el logo de “uso oficial” del IPS, con lo cual los investigadores presumen que gran parte de los fármacos se sustrajeron de forma irregular de esta institución. La investigación está a cargo de los fiscales Fabiola Molas, Lorena Ledesma, Osmar Segovia e Ysaac Ferreira.
FENTANILO
El fentanilo es un fuerte analgésico opioide sintético similar a la morfina, pero entre 50 y 100 veces más potente. En su forma recetada se utiliza para calmar el dolor, pero el fentanilo también se produce ilegalmente y se distribuye como droga callejera.
Sus efectos incluyen felicidad extrema, aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, tolerancia, adicción, depresión respiratoria o paro respiratorio, pérdida del conocimiento, coma y muerte.
El fentanilo ilegal se vende en polvo, gotas vertidas sobre papel secante como pequeñas golosinas, en goteros para los ojos o vaporizadores nasales o en forma de pastillas que tienen el aspecto de opioides recetados.
MORFINA
La morfina se usa para aliviar el dolor de moderado a fuerte. La morfina pertenece a una clase de medicamentos llamados analgésicos opiáceos (narcóticos). Las cápsulas y tabletas de liberación prolongada de morfina sólo se usan para aliviar el dolor fuerte (todo el tiempo) que no se puede controlar con el uso de otros medicamentos analgésicos. Este fármaco puede ocasionar mareo, aturdimiento y desmayo cuando se levanta muy rápido después de estar acostado.