Ud. ha traicionado intereses vitales del pueblo
En una nota dirigida al Presidente del Congreso, la senadora Mirtha Gusinky explica su vacunación de privilegio diciendo que se trataba de “vacunas sobrantes”.
Le tenemos noticias a la senadora. No ha sido nada original. Desde que comenzó la saga de las vacunaciones de privilegiados enchufados al poder desde México hasta Argentina, episodios como el protagonizado por la Sra. Gusinky son una plaga que pudre la función pública. Unos dicen que “como no había nadie disponible cerca aprovechó para vacunarse”. Otros, como la senadora colorada, alegan que las vacunas no deben desperdiciarse. ¡Vaya descubrimiento, senadora! ¿No se le ocurrió que podía agarrar de la nariz al equipo de vacunadores que quiso congraciarse con usted y llevarlo a alguna de las largas colas que hay para vacunarse en cualquier punto de la ciudad? ¿No podría tener un poquito, sólo un poquito, de respeto por la gente y dejar de tomarnos el pelo? En su carta al presidente del Congreso usted se escribió encima alegando estar muy enferma y sin visa (suponemos que para USA), lo que deja flotando la idea de que eso le impide viajar a EE.UU. a vacunarse. En el Paraguay, señora, hay mucha gente enferma y sin posibilidades de viajar ni a Clorinda y a la que Ud. humilla ostentando su posición económica de privilegio.
Su nota no tiene desperdicio. En otra parte dice que accedió a vacunarse “sin imaginar este desenlace” y que su intención era “no perjudicar al personal de blanco que me ha dado confirma- esperanzas de vida”. Si usted no supo, o no quiso, imaginar el desenlace, pues aquí lo tiene y con agravantes: no sólo ha perjudicado a quienes la vacunaron contra el protocolo del MSP sino que es Ud. cómplice y encubridora de un hecho irregular, sacado de la oscuridad gracias a la indignación de la gente. Ah, y sus “benefactores de blanco” tendrán que asumir responsabilidades.
Sra. Gusinky: usted fue ungida senadora para representar al pueblo y velar por sus legítimos intereses. Y qué interés más alto existe en este momento que proteger a la población contra la pandemia. Las vacunas son de propiedad pública, así que usted se ha apropiado de lo que no le pertenecía y que estaba destinado a dar esperanzas a personas de la posición socioeconómica más precaria.
Usted traicionó, simple y llanamente, ese voto. No merece ocupar una banca en el Senado. Váyase.