Cómo actúan las autoridades sanitarias de España en la vuelta a clases
“La vacunación de los niños de 5 a 11 años en colegios, que han anunciado tres autonomías y se plantean hacer otras dos, ha abierto un debate en la comunidad educativa, parte de cuyos representantes temen que inmunizar a los niños en la escuela estigmatice a quienes no reciban el suero por una decisión que no tomarán ellos, sino sus padres”.
Esto publicaba a fines de diciembre pasado El País de Madrid y revela el pantano en que navegan muchas sociedades culturalmente avanzadas, en el tema de la vacunación obligatoria de niños en edad escolar en su vuelta a las clases presenciales.
A estar por el relato del diario madrileño, el problema no radica tanto en las supuestas variables de inseguridad de una vacunación masiva infantil anti COVID sino en los efectos laterales de la pose antivacunas de ciertos reductos de la sociedad española. La alternativa que quedaría flotando sería: ¿Vacunamos a todos pese al “estigma” que sufrirán los niños cuyos padres se resisten a vacunarlos? ¿O suspendemos todo y vemos que pasa?
Pero una cosa son las dudas que se ventilan en la opinión pública y muy otra la actuación de la autoridad sanitaria española.
La realidad es esta, según un reporte oficial del ministerio: “El martes 7 de diciembre la Comisión de Salud Pública aprobó la vacunación de la población de 5 a 11 años de edad, que arrancó el 15 de diciembre de 2021, comenzando por las personas de alto riesgo y las de mayor edad, 10 y 11 años. En los niños y niñas de 5 a 11 años se administran dos dosis de Comirnaty (Pfizer BioNTech pediátrica), con un intervalo entre dosis de al menos ocho semanas para conseguir mejor respuesta inmune y mejor perfil de seguridad”.
Una autoridad sanitaria seria evalúa todos los factores colaterales de un acto trascendente como es la vacunación masiva de la población. Y basada en evidencia científica irrefutable, actúa sin dilaciones. En este clima, los niños han vuelto a clases presenciales en España el lunes 10 pasado. Ante cualquier duda, el ministerio recomienda “acudir a los profesionales de referencia en el sistema sanitario y a fuentes de información fiables. Las redes sociales son excelentes instrumentos de información e interacción social, pero no todo lo que circula en ellas corresponde a datos contrastados y reales”.
No hay otra forma de seguir enfrentando con seriedad la pandemia con posibilidades de éxito.
