Una ciudadanía desesperada ante la angustiante falta de vacunas colmó este sábado los diferentes centros vacunatorios habilitados, especialmente, aquellas situadas en Asunción y Departamento Central.
Las imágenes de las largas filas de personas y vehículos recorren las redes sociales desde hace unos días y hoy no fue la excepción, más aún luego de que desde el Ministerio de Salud Pública anunciaran que las aplicaciones quedarán suspendidas este domingo.
El director del Programa Ampliado de Inmunizaciones, Héctor Castro, informó que solo se contaban con 18.000 dosis y recién para este lunes se prevé la llegada de unas 250.000 vacunas chinas Sinopharm. Estas se dividirán en dos por lo que serán beneficiadas 125 mil personas, todos de la franja etaria de 65 a 69 años.
Durante una entrevista a la 1080 AM, comentó que la planificación fue realizándose conforme a la lista de registrados desde el pasado 15 de abril, fecha en que fue lanzado el registro de vacunación. Sin embargo, las cifras fueron disparándose conforme se habilitaban las franjas etarias.
En esa línea, agregó que personas de diferentes puntos del país fueron migrando a los centros vacunatorios de la Capital debido a la mayor disponibilidad. Explicó que la dificultad en algunos puestos habilitados no solo pasa por una escasez, sino también por toda la estructura logística y de cuidado requerida por las mismas.
Por su parte, la presidenta de la Sociedad Paraguaya de Infectología, Elena Candia, sostuvo que en un escenario hipotético de contar con las dosis necesarias, el proceso sería igual de lento por la falta de personal para la aplicación.
“Lastimosamente nuestro sistema sigue siendo muy precario. Ni si tuviéramos 8 millones de dosis podríamos llegar, no tenemos la logística. Es muy difícil llegar a la cantidad si sólo se habilitan dos o tres mesitas y tenemos un centenar de personas esperando en los locales de aplicación”, dijo durante una entrevista en Telefuturo.
EXPERIENCIAS
Juan Vicente Martínez, adulto mayor que recibió la primera dosis, señaló que la experiencia fue desagradable.
“Fui por número de cédula a la Clínica 12 de Junio, periferia del IPS, pero ya no habían vacunas. Entonces como ya salí a las 6 de la mañana, fui a Boquerón, otro puesto del IPS. Como llegué tarde me tocó una larga fila, un edificio chico. Al final me inmunizaron después de un largo rato”, señaló.
Lamentó que el ordenamiento es caótico y que los guardias privados no están capacitados para prever que se produzca una aglomeración y caos.
Martínez salió a su casa a las 6 de la mañana y recibió las dosis a las 10:30 de la mañana. El adulto mayor pidió a Salud un mayor ordenamiento, partiendo de los que están en sillas de rueda y en condiciones más vulnerables.
MALA COMUNICACIÓN
Óscar Sánchez, comisario general retirado de 66 años, comentó que se inmunizó el pasado jueves en el Rigoberto Caballero. Resaltó que él no tuvo mayores inconvenientes para recibir la dosis. Afirmó que considera un problema de comunicación de Salud el hecho de que en algunos puestos se produzcan filas interminables a diferencias de otros puestos.
“Por la terminación de mi cédula me vacuné a las 9 de la mañana. Por desconocimiento la gente no va allí. Piensa que es solo para los policías”, señaló.
Comentó que tomó ibuprofeno para eliminar ciertos dolores que le produzco la dosis, pero una vez tomada la medicina amaneció nuevamente muy bien.
“Hay una falta de comunicación en el sentido que se insistan en los lugares de las fuerzas públicas. Allí deben ir los particulares también. La gente no lo sabe. Está abierta siempre y cuando tengan el número de cédula y la edad”, afirmó.
