Luis A. Fretes Carreras
Ex Embajador de Paraguay en Portugal.
Investigador del Centro de Estudos Internacionais (CEI-IUL).
Coincidentemente, en cuanto se debatía esa problemática, intensas lluvias colapsaban las calles y las carreteras, destruían viviendas, fábricas y obras de infraestructura en numerosas ciudades causando graves daños materiales y económicos.
El cambio climático es un problema real y constante que afecta la supervivencia de las personas y su desarrollo económico-social.
No menos coincidente, los directivos y científicos del Parque Tecnológico de Itaipú perfeccionan su plan de instalar una Zona Económica de Bajo Carbono en la península de Takurú-Pucú distrito de Hernandarias a solo dos mil metros de la Represa Hidroeléctrica de Itaipú para aplicar las innovaciones tecnologías en el aprovechamiento de la energía limpia y renovable impulsando una economía verde sostenible.
Si bien, luego de la presión social, el gobierno decidió ceder a dicha Universidad otro espacio en la zona del Botánico de Asunción, a nuestro criterio, no responde a los estándares actuales que se exigen para una institución de formación en ingenierías y tecnologías amigables con el medio ambiente, y considerando que, en Hernandarias existe un Parque Tecnológico de probada capacidad asociada a nuestra mayor obra de ingenierías es oportuno abordar estos problemas en forma conjunta y desde otra perspectiva.
La educación superior en ciencias y tecnologías, así como la defensa del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático parecen ser problemas diferentes, separados sin conexión alguna. Sin embargo, en nuestro país, están unidos por políticas públicas sectoriales sin perspectiva sistémica que contemple soluciones para el conjunto de problemas.
Está comprobado que la educación superior desvinculada de la realidad social existente no logra su cometido de generar conocimiento científico y sistemático para la resolución de conflictos y problemas concretos.
También su desvinculación de los nuevos mercados laborales limitan las perspectivas de los profesionales y a la vez del mejoramiento del sistema económico de la nación. Me refiero a la revolución industrial de cuarta generación y el nuevo comerció internacional que se transformó con la pandemia.
Por imperio del contexto, las universidades también deben adaptarse a este nuevo entorno que cambia radicalmente con la irrupción de las nuevas tecnologías de ingeniería y comunicación.
Considerando que, se necesitan acciones urgentes en diferentes campos para contener los efectos del cambio climático resulta lógico que se apliquen todas las innovaciones y tecnologías posibles para alcanzar el éxito.
Por esta potente razón, urge asociar la educación superior con la lucha contra el cambio climático a través de políticas públicas integradas.
Una propuesta audaz
La propuesta de localizar la Universidad Politécnica Taiwán Paraguay en la sede del Parque Tecnológico de Itaipú (PTI) dentro del proyecto de la Zona Económica Industrial bajo en Carbono (ZEIBI) presenta una magnífica oportunidad para asociar el esfuerzo realizado desde el Estado para desarrollar la educación superior en ciencia y tecnología aplicada al desarrollo medio ambiental, social y económico al mismo tiempo que se ofrecerán mejores oportunidades a jóvenes quienes son marginados por vivir en el interior del país.
El Parque Tecnológico Itaipú (PTI) es un centro de investigación que aplica los conocimientos científicos creando soluciones a problemas concretos.
En los últimos años han implementado soluciones creativas para la provisión de energía en zonas remotas sin acceso a redes eléctricas, han presentado propuestas de movilidad eléctrica, han instalado una red de carga rápida a vehículos eléctricos y probado sistemas de gestión de la red eléctrica entre otras más.
La Universidad Politécnica Taiwán Paraguay es un proyecto que pretende replicar la experiencia exitosa de la TAIWAN TECH University que fundada en 1974 ocupa en el presente el décimo lugar en el ranking asiático como el mejor instituto en ciencia y tecnología.
La asociación de ambas entidades con Itaipú Binacional le concederá un potencial de expansión y aplicación muy amplio que implicará vincular la experiencia educativa higth tech asiática con la práctica existente del PTI en aplicar tecnología y adaptarlas al contexto nacional.
La formación e investigación en ingenierías de innovación y su aplicación permitirán aprovechar mejor del recurso energético disponible desarrollar nuevos instrumentos para mejorar el sistema productivo nacional al mismo tiempo que favorecerá la integración de esta región a cadenas educativas y productivas globales.
Llegó la hora de modificar las políticas públicas de la educación superior y dar el salto audaz de convertirla en el motor del desarrollo integral y sostenible.
