Stiben Patrón
Estudiante de Periodismo – Activista social y político
Existen infinidad de consistencias en las DDJJ de Horacio Cartes. La forma en que creció su patrimonio es un ejemplo de su «éxito» como empresario, al mismo tiempo que ejercía la presidencia, aunque sea esto ilegal, pero hoy me quiero referir a los préstamos que Cartes concedió personalmente.
Un gran amigo se puede decir que es Cartes, que, al día de hoy, siempre según sus DDJJ prestó en total G. 1.728.512.081.596 a sus empresas, amigos y hasta a su propia hermana, Sarah Cartes. Tanto dinero lleva a hacernos un par de interrogantes.
¿Es posible que Horacio Cartes pueda mover tanto dinero junto? ¿Lo hace en efectivo o a través de sus bancos?
Horacio Cartes fue prestando dinero a sus empresas, pero con el tiempo esos préstamos no disminuían, por el contrario, aumentaban con los años. ¿Quién presta más dinero a alguien que no lo devuelve?
El caso del Senador Godoy es un claro ejemplo: es accionista mayoritario de una ganadera que tienen con Cartes, el valor de las acciones de Godoy es el mismo monto que Cartes hace figurar como deuda a dicha ganadera.
Godoy asumió en un programa radial que Cartes le prestó el dinero para el emprendimiento, sin embargo; en las DDJJ de Cartes no figura el préstamo a título personal sino a la empresa.
Otro caso llamativo es el de su hermana, Sarah Cartes que es accionista del 91% del Banco Basa y esas acciones están valuadas en aproximadamente 50 millones de US$, mismo monto que Sarah le debe a Cartes, en calidad de un préstamo que él le otorgó sin fecha de devolución.
El Club Libertad también es beneficiado con préstamos que nunca paga, al contrario, recibe más dinero cada año, sin plazo de pago, ni trazabilidad alguna. ¿De dónde sale ese dinero? Es justamente la denuncia que hacía el extitular de Olimpia, Marco Trovato, sobre aplicar el FairPlay financiero, porque existían clubes que no tenían la capacidad de recaudación relacionada con su capacidad de gasto. Esta denuncia le costó una voraz persecución tanto a él como al Club Olimpia.
No hay que olvidar el último caso, el del Diputado Erico Galeano, vinculado fuertemente al narcotráfico que devolvió 2.5 millones de USD a Horacio Cartes, dinero que según él prestó del expresidente, pero que no hay mayor información al respecto
Pero acá lo alarmante es que Cartes no está habilitado a prestar dinero, mucho menos en esas ilegibles cantidades en las que lo hace y sin control alguno de la Seprelad o el BCP, esta simple acción es motivo suficiente para investigarlo por violar la ley
Estas acciones de Cartes, lo que harían es generar un triángulo financiero, donde para evitar declarar activos pone sus bienes a nombre de un testaferro y en contrapartida le hace firmar pagarés sin fecha con el mismo monto de los bienes/acciones así asegura el control total por sobre sus testaferros y mantiene sus negocios de forma segura.
De esa manera diversifica el dinero y logra meterlo como dinero lavado al sistema financiero, ya que no tiene por qué justificar en concepto de que hace el préstamo, a que plazo lo hace y por sobre todo como se entrega ese dinero, si es en efectivo o a través de algún banco
Cuando un ciudadano abre un emprendimiento y usa su teléfono para recibir giros, la SEPRELAD le pide todos sus datos para habilitarle 6 millones al mes
Cuando abre una cuenta en algún banco o cuando cambia dólares, la SEPRELAD es implacable con los datos solicitados. Con Cartes esto no fue nunca así.
Ante el miedo de los descubrimientos como las empresas «off shore» o «las devoluciones de préstamos» es que buscan hacer de las DDJJ un mero trámite, para así seguir lavando impunemente dinero, dinero que proviene del crimen organizado, del tráfico de cigarrillos, armas y otros y que termina luego en le mercado de pases políticos, poniendo y comprando parlamentarios, fiscales, jueces para montar el esquema de impunidad perfecto.
¿Es justo que alguien pueda mover tanto dinero y que la Fiscalía ni siquiera investigue?
Ese dinero lavado de dudoso origen termina sirviendo para financiar campañas políticas de nuestras «honorables» autoridades, que luego devuelven el favor con impunidad y corrupción.
Mientras, nosotros pagamos intereses altos en préstamos para hacer una casa, comprar una moto para trabajar o nos hundimos en la burocracia de la documentación para justificar nuestros ingresos, otros se mueven al completo margen de la ley con dinero de dudosa procedencia que financia a políticos en todos los estamentos.
Estos políticos son los que luego hacen leyes que atentan contra el pueblo y benefician solamente a unos pocos, porque al final llegaron ahí para dar más protección a los delincuentes que financiaron sus sucias campañas políticas.
Ojalá todos tengamos amigos que olviden cobrarnos.