En los últimos días, Rusia bombardeó el asentamiento ucraniano de Borodyanka, por lo que varios edificios quedaron reducidos a escombros. El lugar queda ubicado dentro de la capital Kyiv, solo a 45 kilómetros del casco urbano.
El servicio de Inteligencia de los Estados Unidos informó que Rusia trasladó el 90% de su poder de combate a Ucrania. Además de la capital, el bombardeo se produce en las ciudades de, Cherniv (ciudad que limita con Rumania), Járkiv (segunda ciudad más habitada con dos millones de habitantes) y Mariupol (ciudad portuaria clave en la economía ucraniana).
Al mismo tiempo que se desarrollan estos asaltos, ayer jueves se desarrolló una nueva ronda de negociaciones entre representantes de ambos países en Belarús (Bielorrusia) buscando un acuerdo (la segunda reunión en ocho días de conflicto). Al término de la reunión se llegó al acuerdo de un cese del fuego temporal por motivos humanitarios.
Carolina Sancho, académica del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, explica que, desde una perspectiva latinoamericana, se observa un apoyo a Ucrania, aunque la postura es compartida, debido a que tres países de la zona apoyan a Rusia. Se trata de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Para la analista, un aporte más allá de los discursos, por parte de las autoridades de la región, puede ser recibir refugiados de Ucrania. Atendiendo que Volodímir Zelensky, presidente de Ucrania, insistió en el pedido de ayuda internacional en relación a apoyo militar. Sin embargo, las ayudas que reciben solo son humanitarias y castigos económicos para Rusia.
“Considerar ucranianos con familiares en esta zona geográfica, ayudaría a que las personas recibidas tengan facilidad para insertarse en el país receptor. Para que la medida sea exitosa es necesario que cada país evalúe sus posibilidades de recibir a refugiados de este conflicto armado. Otra medida puede ser enviar ayuda humanitaria a los refugiados y los habitantes de Ucrania”, detalló.
SANCIONES ECONÓMICAS
La congelación de una parte de las reservas de divisas del Banco Central ruso en el extranjero, entre otras medidas, son parte del castigo financiero impuestos por la Unión Europea a Rusia. Al respecto, la analista afirma que solo el tiempo dará la perspectiva para evaluar si ha sido suficiente.
“El desafío está dado por la adopción de medidas que impacten en el corto plazo, favoreciendo el fin de las hostilidades armadas y el retiro de los militares rusos del territorio ucraniano. Sin embargo, las sanciones económicas adoptadas posiblemente tengan su mayor impacto en el mediano plazo. En este contexto, el incremento de la ayuda militar enviada puede contribuir a enfrentar la brecha, sin garantizar que pueda modificar los objetivos que Putin se ha trazado”, concluyó.
