Hace más de 20 años los productores de banano en Paraguay vienen trabajando a través de asociaciones, comités y cooperativas. El 70% de la producción se destinaba al mercado argentino (exportación) y 30% al mercado de abasto (nacional).
En los años 2010 y 2011 el rubro bananero en Paraguay se constituyó en una importante fuente de ingresos para las familias de pequeños productores, ya que experimentaron un notable crecimiento en cuanto a los volúmenes exportados y mejoramiento de calidad de fruta, permitiendo una mayor participación en importantes mercados de consumo.
La adopción de tecnologías de producción y la infraestructura productiva implementada, permitió al Paraguay adecuarse a las normas internacionales de manejo de la fruta, asimismo, abrió la inmensa posibilidad de mejorar la categorización de sus productos en los mercados en los cuales competía.
La Iniciativa Zona Norte fue un programa financiado por United States Agency for International Development), también conocida por sus siglas en inglés, USAID. Este proyecto era parte de los esfuerzos conjuntos del Gobierno del Paraguay y el Gobierno de los Estados Unidos para reducir la actividad delictiva en la zona noreste del Paraguay.
La asistencia técnica permitió mejorar la calidad y rendimiento (labores culturales: desde la selección del material vegetal hasta el empaque de fruta). Los productores realizaron un mejor tratamiento de la fruta a fin de lograr una mejora significativa.
Esos dos años fueron exitosos para el sector bananero, pues había asistencia técnica, insumos (fertilizantes, hules para embolsado de fruta), centros de empaque, buenos precios en los mercados, etc. Lamentablemente después vinieron años de sequía y heladas en el 2012 y 2013, recesión económica en la Argentina (2014), todo esto hizo que varios productores cambiaran de rubro o diversifiquen su producción, que no estaba mal, pero afectó significativamente la motivación de seguir produciendo fruta de calidad.
LOS PRIVILEGIADOS
Del año 2014 al 2018 la economía argentina tuvo muchos cambios y restricciones, lo que permitió a los grandes productores o supuestos representantes de productores a ser ellos quienes disfruten o tengan privilegios de comercialización, es decir, solo ellos conseguían los llamados cupos (número de cargas que podrían ser exportadas y entregadas a ciertos patrones, nombres que nunca fueron revelados a los socios de las cooperativas), los costos de comercialización, costo final de caja comercializada nunca llegaba a los productores, recibían papeles con su liquidación, todo esto permitió a que se disolvieran las cooperativas.
Posteriormente, se creó la Mesa Nacional Intersectorial de Competitividad Bananera (MENICOB) y sus representantes son los que consiguen cupos de exportación y compran banano al precio que ellos desean de los pequeños productores.
Un ciudadano que prefirió mantenerse en el anonimato señaló que ahora que quieren tener ayuda y mejorar la producción sin gasto alguno o ven que necesitan de productores para hacer número o tener presencia y ser apoyados por el Gobierno de turno, dicen estar del lado de los productores. Si bien a través de sus gestiones realizaron dos eventos de capacitación sobre producción de banano, con especialistas de Ecuador; la participación de productores fue reducida.
¿Y LA AGRICULTURA FAMILIAR?
La Ley 6277/19 que amplía los artículos 2 y 10 de la Ley 5210/2014 “de la alimentación escolar y control sanitario”, indica en el Artículo 10, inciso f) que se deberá priorizar la adquisición de alimentos de la agricultura familiar y en especial de la producción bananera nacional mediante procedimientos sumarios que garanticen la compra a sus integrantes.
El denunciante mencionó como llamativo es que las instituciones de gobierno Dirección de Extensión Agraria (DEAG) fomenta estas reuniones o capacitaciones esporádicas, pues los productores bananeros nunca reciben asistencia técnica o visitas informativas, pero cuando hay ferias agropecuarias acuden a los productores a pedir cachos de bananos y/o piñas para sus puestos.
Para el mismo, los pequeños productores necesitan precios razonables que garanticen la producción de calidad y en cantidad, seguros agrícolas o subvención del gobierno en caso de eventualidades (clima, plagas, caída de precios en los mercados), créditos blandos a través del crédito agrícola, completar o cerrar ciclos de producción (construcción de cámaras de maduración, dotación de palets de madera, cajas de plástico, piletas de lavado de cajas, transporte).
Mencionó que es importante una asistencia técnica especializada, que realice seguimiento a las plantaciones, interprete los análisis de suelo y verifique la adecuada aplicación, control de plagas y enfermedades, dotación de equipos (tractor o pulverizadoras a motor) e insumos según la necesidad del recurso suelo.
EL EMPAQUE DE BANANO
El denunciante señaló que si bien la infraestructura productiva fue construida por donaciones, acusó de negligencia a la gerencia de Central Paraguaya De Cooperativas – Cepacoop a cargo de (Ingeniero Sosa). Manifestó que se procedió a destruir un centro de empaque de fruta, ubicada en la colonia 10 mil Chachĩ. El pretexto utilizado fue que se estaba teniendo pérdidas o sufriendo robos (motor de la bomba de agua) en este local, sin tratar de ver tomar algunas medidas previas (contratación de un cuidador, cercado de ambientes, refuerzo de seguros en las puertas, mejor iluminación, etc.).
Dijo además que los socios de esta zona no querían entregar la fruta o pagar sus cuentas, por los fertilizantes entregados (comprados con la donación de Itaipú y entregados por CEPACOOP a los productores).
El denunciante citó a varios productosres que han perjudicado el trabajo en el sector como es el caso de Hugo Franco quien es propietario de Agro San José Obrero (Isla Bonita), tiene un local propio en el mercado abasto Bloque F1, en el mismo tiene cámaras de maduración de fruta. Cuenta con plantaciones de banano más de 150 Has (en Tembiaporà y Guajayví), tiene maquinaria agrícola y camiones, además de centros de empacado de banano.
También al El Ing. Sosa ex gerente de CEPACOOP, institución que fue intervenida por el INCOOP lo que motivó su salida, ahora tiene 50 Has en Iga´i (Tembiaporá) y empezó con 5 Has de banano (Guajayví), tiene centro de empaque propio (hizo destruir un centro de empaque en la zona de 10 mil Chachĩ , que según el denunciante fue construido con fondos de USAID, todos los equipos y materiales fueron “adquiridos” y llevados a su finca de Tembiaporá. En su terreno de Guajayví se construyó un empaque con fondos de ITAIPU.
Otro citado por el ciudadano fue Leonardo Saldivar quien tiene una sociedad con el Sr. Fanego (exfuncionario del Ministerio de Agricultura y Ganadería) con más de 100 Has de producción en la zona de Yrybucuá, ahora tienen alrededor de 30 Has en Toro Piru – Guajayví. Cuentan con centros de empaque propio en cada zona, camiones de carga y maquinaria agrícola.
También mencionó a Álvaro Saldivar quien tiene más de 40 Has de plantación de piña en Suizo Cue y Guajayví, tiene maquinaria agrícola y camiones. El personal que maneja sus fincas proviene de comunidades indígenas, no tienen contratos de trabajo, seguros.