(EFE)
En el atentado en el que participaron 3 atacantes suicidas tuvo lugar a primera hora de la tarde en la mezquita Imam-Bargah, el mayor templo de la minoría chií en la ciudad de Kandahar.
Suben a 60 los fallecidos del atentado suicida contra una mezquita chií ocurrido el viernes en el sur de Afganistán reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), según el último recuento de víctimas de este sábado, cuando muchas de las familias se afanaban en enterrar a sus seres queridos.
Este nuevo atentado suicida se produjo durante las oraciones en una mezquita de la minoría chií en Afganistán, que al momento causó 32 muertos y 65 heridos.
Hace una semana, el grupo yihadista Estado Islámico (EI) originó una acción similar en otro templo que dejó 80 fallecidos.
«Los mártires en el ataque de ayer son ahora 60 y los heridos 75. Algunos de los heridos se encuentran en estado crítico», reveló a EFE bajo condición de anonimato un funcionario de la provincia de Kandahar, en cuya capital homónima ocurrió el atentado.
En el atentado en el que participaron 3 atacantes suicidas tuvo lugar a primera hora de la tarde en la mezquita Imam-Bargah, el mayor templo de la minoría chií en la ciudad de Kandahar,
El lugar congregó a cientos de fieles por las oraciones del viernes.
Hasta ahora, la mayoría de las familias enterraron a sus allegados, aunque algunas no se dan abasto.
«El número de mártires es alto y las familias deben llevarlos uno a uno al cementerio para el funeral», explicó a EFE un diputado por Kandahar en el Parlamento, Muqtada Miran.
El diputado, que participó en las labores de rescate, aseguró que casi todos los vecinos participan en los funerales o atienden a los heridos en los hospitales o en sus viviendas tras ser dados de alta.
«Solo los heridos graves permanecen hospitalizados bajo atención médica, incluidos varios niños», añadió.
Escasa protección
La Policía de Kandahar anunció en un comunicado que intentan localizar a los terroristas que apoyaron a los 3 atacantes suicidas.
Destacó que la propia comunidad chií tenía el control de la seguridad de la mezquita, aunque no fue suficiente.
«Les permitimos tener algunas armas, lamentablemente no pudieron proteger esta mezquita. Tomaremos algunas medidas de seguridad en el futuro», remarcó.
La comunidad chií criticó que los talibanes les confiscaron gran parte de las armas, lo que hace imposible protegerse contra este tipo de ataques suicidas.
A pesar de las críticas, el portavoz del Ministerio del Interior, Qari Saeed Khosty, reconoció a EFE que aumentarán la seguridad de las mezquitas chiíes.
Sin embargo dejó claro que las propias tropas de los talibanes «brindarán protección» a esas mezquitas.
El Gobierno «no les dará armas», subrayó.
En referencia a la política del anterior Ejecutivo del derrocado presidente Ashraf Ghani, caído el pasado 15 de agosto con la toma talibán de Kabul.
