Para nadie es un secreto que el pasado 2020 fue un año complicado que impactó en los sistemas de salud de todas partes del mundo. La mayor parte de los donantes de órganos siempre están en las terapias y las salas de emergencia de los hospitales, pero a pesar de que la prioridad fue el Covid y de todos los cambios que se dieron en los hospitales, en el país se lograron hacer operaciones muy exitosas en este sentido.
Gustavo Melgarejo, director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), comentó que se hicieron 2 trasplantes cardiacos en el área de pediatría, algo que es muy complejo por los tiempos, ya que tienen plazo de 6 horas para hacer las pruebas serológicas para validar al donante y obtener estudios como el electrocardiograma, ecografías de hígado y riñón y de, acuerdo a la lista de espera, posibilitar la donación.
Actualmente 5 niños esperan por un trasplante de tipo cardíaco y según el doctor, el número de pequeños en la lista de espera varía, pero suelen haber entre 8 y 9 pacientes menores de edad que esperan por estas cirugías para salvar sus vidas.
A la vez, recordó que desde el Centro Nacional del Quemado y Cirugías Reconstructivas (Cenquer) se inauguró un banco de tejidos, que significó avances gigantescos con el procesamiento de tejido óseo, y los profesionales tienen los protocolos bien actualizados.
Desde el CENQUER pueden ya desarrollar la medicina regenerativa a través de células madres, para avanzar en el procesamiento y almacenamiento en sistemas de criopreservación de diferentes tejidos del cuerpo humano como piel, membrana Amniótica, huesos, cartílagos, válvulas cardíacas, córneas. Esta técnica permite aumentar la disponibilidad para trasplantes de tejidos y tratamiento de diversas patologías, mejorando la tasa de supervivencia y la calidad de vida, así como la reducción del periodo de curación.
Dijo que los operativos de tejidos (córneas) son más simples. Los donantes llegan en condición de infarto, muerte súbita o con alguna patología aguda y se hace una toma de muestras para evitar que alguna enfermedad sintomática pueda ser transmitida, el objetivo del sistema es proteger al paciente.
Por otro lado, el doctor señaló que “por cada donante, dos personas se trasplantan de riñón. El costo de la diálisis es mucho mayor, por eso hay que mejorar la información de manera que la sociedad conozca los hospitales de referencia en pediatría como el Acosta Ñú y el de Clínicas”.
En cuanto al trasplante de médula, mencionó que depende de un registro mundial y la colecta. La búsqueda tiene un costo de US$ 10 mil, por ello, “el año pasado el desafío fue sufragar gastos y nos hemos fortalecido. Estamos hablando con la gente de Quemados para que empiecen a hablar sobre su experiencia, pues hay pocos profesionales para hacer este tipo de implante”.
En 2007 se hicieron dos trasplantes de huesos en niños, uno en un hospital privado y otro en el IPS, de tumores óseos, y según el doctor, antes se sacaba el tumor y el pequeño quedaba sin brazos, hoy eso ya se evita en el Paraguay, y el paciente puede recuperar la movilidad.
“Ahora que nos estamos organizando mejor la lista de espera ya no responde a lo que quisiéramos. Hay más de 2.300 dializados en el país y la lista de espera llega a 50 personas entre niños y adultos, muchos no acudían a la consulta, no tenían actualizados los laboratorios y salieron de la lista”, refirió.
Señaló que es importante preservar la mayor seguridad para que el trasplante no tenga consecuencias negativas. “Un paciente que está en diálisis tiene 5 veces más posibilidad de morir a consecuencia del coronavirus que los trasplantados, hasta en eso hay mayor beneficio. Había mucho miedo por parte de los colegas ante la nueva enfermedad y nos basamos en estadísticas de España donde hicieron 800 trasplantes, se confirmó que era más beneficioso con menos riesgo de morir”.
El especialista acotó que hay que tener una mejor organización con los pacientes y la lista de espera. “La enfermedad renal existe en una gran proporción de la población que no sabe que tiene o ya llegan en condiciones muy deterioradas. El trasplante es la mejor opción para que la persona salga de la terapia clínica y esto permite que el sistema sea mucho más dinámico y se mejoren las condiciones de vida. La enfermedad no conoce de raza, religión ni nivel social, insistan con su médico y que le preparen el ingreso en lista de espera, hay una sola lista nacional y es la responsabilidad del especialista buscar la mejor compatibilidad”.
Finalmente, resaltó la importancia de ser donante y crear conciencia y lo que implica la generosidad de dar vida a cada persona. “El niño es prioridad, incluimos medicamento nuevos a la lista para tratar el rechazo de órganos, a pesar del costo alto, tuvimos muchos avances en cuanto a la tecnología, pero ese esfuerzo es en vano si no existe la solidaridad, yo confío plenamente en el altruismo del paraguayo”, concluyó el doctor.