El estudio HKS fue el responsable de imaginar este estadio que se inauguró el 2020 en los peores meses de la pandemia, como parte de un proyecto de US$ 5.000 millones, y que con el Super Bowl vivirá su puesta de largo para llevar el espíritu del sur de California (EE.UU.) al mundo entero.
“Nos hicimos esta pregunta: ‘¿Y si este estadio no tuviera paredes?'”, contó a Fred Ortiz, principal y director del taller de deportes en HKS. “Y respondimos: ‘Podría respirar'”, añadió.
Los espacios diáfanos, las líneas sinuosas, los materiales casi transparentes, la fusión de un ambiente abierto y cerrado, y la apuesta por la cálida y apacible luz californiana, son algunas de las claves de este estadio convertido en un ícono del regreso de la NFL a Los Ángeles, que tras dos décadas de ausencia (1995-2016) ahora cuenta con Los Angeles Rams y Los Ángeles Chargers.
DE CABALLOS A LA NFL
El hipódromo Hollywood Park Racetrack ocupaba esa zona de Inglewood muy cercana al aeropuerto de Los Ángeles y que, en los últimos años, ha visto el desarrollo del Hollywood Park, un macrocomplejo de entretenimiento de 120 hectáreas y con el SoFi Stadium a la cabeza.
“Luchamos para crear una auténtica expresión de Los Ángeles. Eso requería que pudiéramos entender la diversidad demográfica de la región, queríamos adaptar el estilo de vida y entretenimiento, el brillo, el glamour”, apuntó Ortiz. “Y también queríamos dar a cada visitante la sensación de una experiencia elevada, de un ambiente eléctrico para todos”, agregó.
Con capacidad para 70.000 personas y ampliable hasta las 100.000, Ortiz explicó que el SoFi Stadium tiene “muchas caras” y destacó que es como “una tarjeta de bienvenida” a la ciudad, ya que se puede ver al aterrizar en el aeropuerto de Los Ángeles.
UN LIENZO CALIFORNIANO
El soleado clima del sur de California, con su promesa de un verano eterno al borde del mar, fue fundamental en la concepción del estadio.
“Los materiales que usamos son muy transparentes, aunque sí bloquean la luz en cierto punto, pero sí luce bien bonito, respira”, explicó.
“El estadio está abierto en varias áreas donde puede entrar el aire y llegar al campo, pero también el aire sube y sale como algo natural. Dueños de otros equipos lo han visitado y han dicho: ‘Oye, ¿pero de dónde viene el aire?’ Y es ese sentido de estar en el interior y con paredes, pero también de estar afuera”, desarrolló. Ese diseño mixto abierto-cerrado también se refleja en los tonos del estadio, que según este arquitecto son “muy bajos” y muy tenues para que precisamente destaquen “los colores de los aficionados”. Por todo ello, este responsable de HKS animó a los fans que acudan al Super Bowl este domingo.