Abogada, funcionaria del Ministerio de Justicia, casada y con una figura que dista de los estereotipos del fisicoculturismo, Silvia Patiño se consagró campeona suramericana en bikini fitness y consiguió una medalla de oro en las competencias que Paraguay alberga hasta el próximo 15 de octubre.
Patiño, de 32 años y quien combina su trabajo al frente de la dirección de Seguridad Jurídica del Ministerio de Justicia con una especialización en elaboración de normas de la Universidad de Buenos Aires, se preparó para estos XII Juegos Suramericanos «sin ningún margen de error».
Llegó a estas justas después de imponerse en el Míster Paraguay, que este año sirvió de clasificatorio para conformar la delegación local de fisicoculturismo de cara a los juegos de la Organización Deportiva Suramericana (Odesur). «Yo gané cuatro competencias antes de lo del Odesur», relató a EFE Patiño, quien el pasado 3 de octubre ganó el oro en fisicoculturismo, modalidad bikini fitness hasta 1,63 metros.
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Confiesa que su incursión en este deporte no fue planeada, ya que comenzó a entrenar en el gimnasio desde los 13 años y durante cinco años se dedicó al crossfit. Hace mes y medio retornó al gimnasio para prepararse para una competencia, a la que decidió presentarse siguiendo el consejo de quienes la veían como una deportista para bikini fitness debido a su contextura menuda, pero tonificada. «De tanto que me dijeron dije: ‘Esperá un poco, voy a probar alguna vez’. De verdad que dije ‘voy a probar’ y en la primera competencia que entré gané», afirmó.
«El Míster Paraguay, la competencia que gané el 3 septiembre, fue la que me dio el pase para el Odesur'», rememoró.
Y lo que antes seguía como una forma de vida, se convirtió en adelante en una rutina para encontrar «el punto de una bikini: ‘no podés ser muy flaca, tenés que mostrar algo saludable, pero tonificado y tampoco puede ser muy grande», explica.
Para encontrar el balance perfecto, además de un entrenamiento diario de alrededor de hora y media, mantiene una dieta basada en pescado, batata y arroz blanco parbolizado y escasos alimentos procesados. Ya con el oro, sus planes en materia deportiva han cambiado. Empacó su medalla y se fue a Brasil para competir en el Campeonato Sudamericano de Fisicoculturismo y Fitness. «Mi idea es seguir compitiendo, porque la verdad que amo, descubrí que disfruto mucho en el escenario», sostuvo.
No obstante, admitió que en un principio tenía miedo escénico. «¿Será que voy a saber desfilar en bikini, que me mire todo el mundo cuando haga las poses?», llegó a preguntarse. «Y sí, sí fui capaz», dice aliviada. Reconoce que fue su entrenador, Shaun Carrington, un barbadense radicado en Paraguay, quien le dio el empujón final. «Me enseñó las poses, cómo caminar. Todo. En dónde tenía que comprar el bikini, los zapatos», refirió.
TRIUNFO FEMENINO
Con la presea en el cuello, Patiño, que no paraba de posar para fotos y de recibir felicitaciones de quienes la reconocían, quiere compartir su triunfo. «No es una medalla mía nada más, es más bien de todos los paraguayos», afirmó sobre su «sueño cumplido».
También la dedicó a otras mujeres que, como ella, buscan sobresalir en distintos ámbitos. «Viví días muy difíciles en donde tuve que demostrar que las mujeres paraguayas podemos, que no somos menos», agregó, y se declaró «demasiado feliz por eso». Para ella, el fisicoculturismo «no es estética» sino salud, trabajo, disciplina y esfuerzo, el mismo que dedica a ser abogada, notaria, estudiante de una especialización y a punto de presentar una tesis doctoral, así como esposa hace cinco años. EFE