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Se vienen los cyborgs

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En 1953, una producción norteamericana de ciencia ficción presentaba una fantástica invasión de marcianos quienes, tras instalarse en un parking subterráneo de platos voladores, se dedicaban a implantar en la base del cerebro de los seres humanos diminutos dispositivos electrónicos. Eso los convertía en robots carentes de voluntad propia y al servicio de una suerte de supercerebro que les ordenaba hacer cosas.

Lo curioso es que ese mismo año, 1953, los  estadounidenses John Tiley y Richard Williams, de Philco Corporation, patentaron el primer transistor práctico operativo, luego de décadas de experimentación en casi todos los países de alto desarrollo tecnológico. Así que la idea de un diminuto aparatito capaz de generar o transmitir impulsos eléctricos ya era conocida mucho antes del estreno de “Los invasores de Marte” de que hablábamos al comienzo.

El uso diabólico de estos aparatitos imaginarios siempre se ha circunscripto al cine de ficción científica. Novelistas de avanzada se destacaron en este género. El sino-norteamericano William Wu lo hizo con su novela “Cyborg” en la que dramatizó un concepto desarrollado en los años ‘60 por Manfred Edward Clynes -científico, inventor y músico austríaco- y Nathan S. Kline -médico psiquiatra y psicólogo estadounidense-. Cyborg es la simbiosis semántica de la palabra cyber, por cibernético, y organismo. La criatura emergente de una amalgama semejante debería, según los impulsores de la idea, estar en condiciones muy superiores a las del ser humano corriente para enfrentar las duras condiciones del espacio exterior. Sin embargo, seis décadas más tarde vemos que quienes van al espacio llevan aún sus cerebros originales intocados y la tecnología la incorporan usando exoesqueletos, trajes especiales que los protegen y les otorgan funciones motoras adicionales.

Pero ahora llega Elon Musk para anunciar que muy pronto será posible instalar en el cerebro humano un microchip del tamaño de una moneda de un cuarto de dólar (25 milímetros y seis gramos de peso), desarrollado por su compañía Neuralink y ya aprobado por la FDA, oficina de drogas y alimentos de EE.UU. ¿Para qué servirá? Desde controlar signos vitales hasta restaurar la vista y el oído a ciegos y sordos. ¿Mucho, no? Pero Musk parece no bromear. 

¿Se vienen los cyborgs reales, estamos ante una nueva era? 

¿No da un poco de miedo?

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.
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