jueves, febrero 13

Rumbo a la maquina espiritual/Felix Martin Gimenez Barrios

Raymond Kurzweil es considerado como uno de los futuristas e inventores
estadounidenses más influyentes de la actualidad. En 1970 se gradúa del Instituto de
Tecnología de Massachusetts (MIT) logrando su licenciatura en Ciencias de la
computación y literatura. Es fundador de varias empresas que entre sus inventos se
destacan el primer escáner de texto y el primer sintetizador de música.
En sus escritos se ha centrado en la predicción de eventos futuros de manera casi
exacta. En 1990 lanza su libro, La era de las maquinas inteligentes. Texto que predice
la caída del bloque soviético debido a las nuevas tecnologías que se comercializaban
en occidente como el teléfono móvil, computadoras y servicios de internet. También
predice que los ordenadores llegarían a derrotar a los campeones mundiales de
ajedrez. Acontecimientos que se han cumplido para la alegría de algunos y para la
tristeza de otros.
En 1999 publica una segunda parte que continúa hablando sobre transhumanismo y
singularidad tecnológica, La era de las maquinas espirituales. Donde detalla como la
computación a pasos y saltos gigantescos, llegara a superar a la inteligencia humana.
Ya en esa época, Kurzweil argumento acerca de cómo la inteligencia artificial llegaría a
poder volverse autónoma mediante un proceso de aprendizaje, adaptación y
evolución.
Aunque algunos piensen que el titulo y contenido del libro se refiera a como las
maquinas obtienen un espíritu en el sentido tradicional, realmente se trata de la idea
de cómo una maquina pueda desarrollar inteligencia similar o quizá superior a la
humana, pero no obligatoriamente consciente o espiritual en el sentido religioso de los
pensamientos o sentimientos.
Aun así, surge una pregunta que a varios les saca el sueño. ¿Cómo podría una
maquina alcanzar una esencia espiritual por más poderosa que sea? Si consideramos
a la espiritualidad como una conexión profunda con algo más allá de nuestra
comprensión como lo es la fe, entonces sí puede que las máquinas y la inteligencia
artificial obtengan un papel en ese enlace.
Los avances en realidad virtual y videojuegos han permitido crear mundos, personajes
e historias que muchos lo utilizan para ocio y placer. Esto podría ser interpretado como
una clase de espiritualidad artificial, ya que las maquinas crean experiencias que
pueden hacernos conectar con algo cuasi divino. Es necesario ser conscientes de los
riesgos relacionados tanto a las ideas y a los hechos en este tema y encontrar un
equilibrio entre la tecnología y la espiritualidad para asegurarnos de que las maquinas
alimenten nuestra creatividad y no terminen reemplazándola.