Un gol de Vinícius, culminando un centro de Fede Valverde, le dio al Real Madrid su décimo cuarta Copa de Europa contra el Liverpool (0-1).
El brasileño, en el minuto 59, inclinó la balanza a favor del equipo de Carlo Ancelotti, que sufrió horrores en la primera parte y que mostró su superioridad física en la segunda.
Con el gol de Vinícius y un carrusel de paradas imposibles de Thibaut Courtois, el Real Madrid sumó una Copa de Europa más al palmarés, la quinta en los últimos ocho años.
Una de las Ligas de Campeones más sufridas y trabajadas por el Real Madrid merecía una gran celebración. Tras un ejercicio de resistencia ante el Liverpool, con la exhibición de Thibaut Courtois y el tanto de Vinícius, los jugadores madridistas iniciaron los festejos sobre el césped liberando la tensión del partido.
Nada más finalizar la final Luka Modric se abrazaba a Carlo Ancelotti en un gesto repleto de emoción y reconocimiento al técnico italiano que se convertía en el más laureado de la competición con su cuarta conquista.
Courtois corría dando saltos de alegría hasta el fondo contrario al que acabó el partido, una de las mayores exhibiciones de un portero en una final de la Liga de Campeones, para gritar descontrolado hacia el fondo donde se encontraba la afición del Real Madrid. Acababa de hacer realidad su sueño. La ‘Champions’ que le arrebataron en Lisboa, la había ganado siendo protagonista con el escudo que soñó defender.
El momento era especial para Marcelo, sin minutos en el que se perfila su último partido, sufriendo en el banquillo en cada ataque del Liverpool, sentado en la nevera contando los minutos para su reencuentro con la copa. En esta ocasión no le acompañó Karim Benzema, el francés dejó el reconocimiento en solitario al jugador que más títulos ganó en la historia del club.
Marcelo recogió la ‘orejona’ en su gran momento como capitán y se dirigió hacia el resto de sus compañeros para levantarla al cielo de París gritando de alegría, exhibiendo euforia mientras todos saltaban, los confeti volaban a su espalda y los fuegos artificiales iluminaban Saint-Denis. Habían hecho pasillo como gesto de respeto al subcampeón cuando recogió su medalla el Liverpool entre lágrimas tras una nueva final perdida ante el Real Madrid.
Los familiares y seres queridos de los jugadores del Real Madrid bajaron al césped incluso antes de recoger la copa que fue llevada al fondo donde la afición que apoyó todo el partido, gritaba “campeones, campeones” orgullosa del esfuerzo de sus jugadores que firmaron el camino más difícil hasta la gloria. EFE
