Gestión, Perú
La victoria Joe Biden en las elecciones presidenciales estadounidenses tras señalar durante la campaña a Rusia como la mayor amenaza para su país, no augura mejoras en las relaciones entre Moscú y Washington, por lo que ha sido recibida con preocupación por la clase política rusa.
El Kremlin de momento no ha felicitado al presidente electo de Estados Unidos y probablemente esperará hasta la certificación oficial de los resultados electorales.
“Vamos a trabajar con el jefe del Estado que elija el pueblo estadounidense”, dijo en vísperas de las elecciones en EE.UU. el presidente ruso, Vladímir Putin.
DESENCANTO EN MOSCÚ
Pero si hace cuatro años los parlamentarios rusos saludaron con brindis la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, hoy los ánimos son completamente distintos.
“En su retórica electoral el demócrata (Biden) nombró a nuestro país como el mayor enemigo de EE.UU., por lo que difícilmente se puede esperar que un político ruso aplauda en esta ocasión los resultados de los comicios estadounidenses”, afirmó el diputado ruso Alexéi Slutski, citado por la agencia Interfax.
El legislador, presidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma (Parlamento), se mostró escéptico sobre la posibilidad de un reinicio de las relaciones con Estados Unidos, aunque recalcó la necesidad de buscar vías de cooperación.
Y es que el discurso de Biden deja poco espacio para una mejora en las relaciones ruso-estadounidenses.
“El hecho es que yo me he enfrentado a Putin y le he dicho que no vamos a aguantar ninguna de sus cosas. Él (Trump) es el cachorro de Putin”, manifestó Biden en primer debate televisivo con el aún presidente estadounidense.
TEMOR A MÁS SANCIONES
Moscú no espera una suavización la política estadounidense de sanciones a Rusia por su injerencia en Ucrania y la anexión de Crimea, que comenzó en 2014 con la administración de Barack Obama, con Biden como vicepresidente.
“Con la victoria del demócrata se puede esperar una revancha de las fuerzas no conservadoras en todo el mundo. Esto significa más rusofobia, más muertes en Donbás (Ucrania) y en otros puntos calientes del mundo”, afirmó en su blog el presidente del Comité de Asuntos Internacionales del Senado ruso, Konstantín Kosachov.
El senador agregó que como consecuencia directa de la elección de Biden habrá también “más sanciones por motivos políticos”.
“Biden efectivamente pertenece al grupo de políticos que consideran a Rusia el mayor enemigo de Estados Unidos (…) No es un discurso electoral; él piensa así”, afirmó el senador y politólogo Alexéi Pushkov, en declaraciones al digital Verchérnaya Moskvá.
Recordó que el presidente electo fue una pieza importante de la Administración de Obama, que fue la que “comenzó la política de sanciones contra Rusia, la política de aislamiento y contención para ‘vengarse’ por todo, por Siria, por Georgia, por Ucrania”.
“Biden fue parte de esta política de estrangulamiento de Rusia, de modo que con él los reflejos de la Administración de Obama volverán a la Casa Blanca”, advirtió Pushkov.
Apuntó, además, que en la política exterior de EEUU comenzará a pesar más el factor ideológico, lo que se traducirá en “ataques a Rusia en asuntos relativos a los derechos humanos, la situaciones de las minorías, etcétera”.
Pushkov vaticinó Biden intentará cohesionar en torno a su persona a los países europeos, que se distanciaron de EEUU durante el mandato de Trump, con la ayuda de una agenda antirrusa.
En su opinión, coincidente con la de numerosos analistas, el único posible acercamiento entre Moscú y Washington con la llegada de Biden a la Casa Blanca podría darse en el ámbito del desarme nuclear como lo sería la prolongación del tratado START-3 o Nuevo START, de reducción de armas estratégicas, que expira febrero del próximo año.
En la capital rusa tampoco se descarta que el próximo presidente de Estados Unidos resucite, aunque con determinadas condiciones, el Tratado de Armas Nucleares de mediano y corto alcance (INF), abandonado por orden de Trump en 2019.