Nimia Fernández de Enriquez es docente jubilada desde hace dos años luego de estar 36 años en la educación, 28 de ellos en la educación especial.
Se candidata como concejal por el movimiento Frente Independiente Republicano (FIR). En las próximas internas estará en la lista 9A opción 2.
La idea surgió como recomendación de su familia. Su marido fue concejal por tres periodos, le ofreció su lugar en las elecciones del 2015 pero ella rechazó porque estaba en el ámbito de la educación y no quería mezclar los roles.
“Para mí la política es servicio, pero si ya estoy prestando en la educación, no puedo hacer un doble servicio. Ahora que me jubile acepte el desafío”, expresó.
Señaló que quiere seguir estando a servicio de la educación. Piensa que aún puede aportar muchas cosas además de que siempre se renuevan las necesidades.
“Guarambaré me dio mucho. Me dio el aprecio de mucha gente. Pienso que estando en la concejalía tendré más apertura y estaré al servicio de mucha más gente. Tenemos muchas necesidades en nuestros jóvenes”, expresó.
APOYO A JÓVENES
Como toda su vida trabajó con niños y jóvenes, si llega a un cargo político quiere mantener esa misma prioridad.
En ese sentido anhela impulsar proyectos que vayan más allá de las becas para los jóvenes. Es decir, facilitar el acceso al mercado laboral por lo menos de medio tiempo donde puedan crecer y formarse.
“Pienso que muchos jóvenes puedan acceder a esos proyectos. Tener un trabajo digno y de medio tiempo que no le impida estudiar”, expresó.
POLÍTICA
La motivación para hacer política de la docente es “hay mucho por hacer”. Piensa que la buena política da la oportunidad de servir. Y si se cuentan con las herramientas se puede trabajar con las familias.
“Lo ideal es lanzarte al servicio pero con proyectos. Y que mejor si uno está en la política. Podes acceder a muchos espacios. No quise estar quieta habiendo tanto por hacer”, manifestó.
Señaló que quiere fortalecer lo relacionado a la discapacidad. Mitigar las múltiples necesidades existentes principalmente a nivel de la inserción escolar.
“Hay que trabajar mucho para que se haga realidad. Ver una manera de como poder solventar haciéndoles partícipes”, expresó.
PERFIL
Fernández llegó a Guarambaré en 1981 para trabajar de auxiliar en el nuevo taller infantil “La Alegría”. Ella era una bachiller aún en esa época. Al año siguiente, gracias a su buena labor, fue trasladada a la escuela N° 91 para ser docente de prescolar. Estuvo allí desde 1982 a 1992. Luego cambio al rubro de educación especial al observar las múltiples necesidades que existen en esa área.
Hasta el 2019, durante casi 28 años, estuvo impartiendo clases a niños y jóvenes que sufren discapacidad intelectual, auditiva, visual, autismo, o algunos que padecen de varias discapacidades.
Es fundadora del centro de educación especial San Miguel. Actualmente posee un taller infantil privado que funciona los sábados denominado “Tortuguitas”.
Fernández explica que existen alrededor de 210 alumnos con alguna discapacidad en Guarambaré. Y que solo 20 están en un nivel económico medio para arriba. El resto se encuentra en un nivel medio para abajo.
