Ya hablan de una tercera dosis de vacuna anti COVID19
El consorcio Pfizer-BionTech, creador de una de las primeras vacunas contra el coronavirus, ya está considerando la posibilidad de que en un plazo de seis a 12 meses después de aplicada la segunda dosis, haga falta un tercer refuerzo para asegurar un alto nivel de inmunización contra el virus chino.
Pero eso no es todo. Los equipos de investigación ya trabajan sobre la hipótesis de establecer una revacunación anual con suero inmunizante, tal como se viene haciendo regularmente en el caso del virus de influenza y las distintas variantes de esta enfermedad.
Los desarrolladores de vacunas están contestes en que ninguna de ellas evita el contagio de la enfermedad aunque sí reducen drásticamente el agravamiento del paciente y casi elimina la posibilidad de fallecimiento. Los sueros inmunizantes tienen esta característica: disminuyen notablemente la presión sobre la internación de enfermos del COVID y el uso de unidades de terapia intensiva, con el consiguiente alivio para los sistemas de salud. Otro aspecto que ha dejado en claro la pandemia, aparte de lo señalado, es que las escuelas de medicina deben reforzar sus programas de formación de profesionales asignados a unidades de terapia intensiva. En muchos países, incluido el nuestro, se ha constatado que no basta con la compra de equipos UTI si no hay personal especializado para operarlas. Además de médicos y enfermeras, una UTI requiere la presencia de por lo menos un fisioterapeuta, un radiologo, un psicólogo y un nutricionista, aparte de un técnico que garantice el correcto funcionamiento de los equipos, personal administrativo y de limpieza las 24 horas.
Estos dos componentes trazan un panorama para el cual el sistema de salud, en sus vertientes pública y privada, deberá ir preparándose ante la hipótesis de futuras pandemias que sin duda habrán de golpear a la sociedad. El COVID 19 ha puesto de rodillas al mundo y ha sacado a relucir el carácter de cada gobernante.
En nuestro vecindario, Chile y Uruguay han demostrado un pragmatismo total y hoy encabezan los rankings de vacunación. Brasil está en manos de un troglodita y Argentina presa de un ideologismo corrosivo y mortal.
Nosotros, mientras tanto, a la deriva, sin vacunas, con hospitales desbordados y una pobreza de gestión pública que asusta.
Así no se enfrenta el futuro.