Ya llegó el calor y las autoridades sanitarias se mantienen alertas ante una posible aparición de casos de dengue. Está latente el peligro de que en el organismo de una persona pueda coexistir tanto el COVID-19 como el dengue y se están haciendo relevamiento de datos sobre potenciales criaderos del mosquito.
El Dr. Hernán Rodríguez, director del Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (Senepa), en contacto con Radio 1000, comentó que se notifican entre 20 a 30 casos por semana, esto es cuando el paciente va a la consulta y el médico comunica, posteriormente se confirma si padece o no la enfermedad.
El especialista explicó que la coexistencia se puede dar, ya que los virus ingresan de formas distintas al cuerpo, el SARS-CoV-2 ingresa por boca, nariz y ojos, mientras que el dengue, por la picadura del mosquito Aedes Aegypti.
“La clave en el diagnóstico está justamente en pensar en esa posibilidad”, expresó. Asimismo, a mediados de febrero existían más de 33 mil notificaciones de dengue por semana y según el doctor, ahora el país se encuentra en una etapa interepidémica.
“A esta altura gran parte de la población tuvo dengue y gran parte está vulnerable por ese motivo”, precisó el director del Senepa. Comentó que gran parte de la población tuvo dengue en la última epidemia infectándose por el serotipo 4 y algunos por el serotipo 2, por lo que la vulnerabilidad es aún mayor.
Expresó que en ambas enfermedades existen cuadros asintomáticos, graves y otros que pueden desembocar en la muerte. Finalmente dijo que, con el propósito de identificar criaderos y barrer con ellos para prevenir arbovirosis, personal del Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (Senepa) realiza itinerarios en distintos barrios a nivel país.
¿INMUNIDAD?
Un estudio dirigido por Miguel Nicolelis, profesor de la Universidad de Duke, compartido exclusivamente con Reuters, comparó la distribución geográfica de los casos de coronavirus con la propagación del dengue entre 2019 y 2020. Las áreas con menores tasas de infección por coronavirus y con un crecimiento más lento de los casos fueron los lugares que habían sufrido brotes intensos de dengue este año o el anterior.
“Este sorprendente hallazgo plantea la intrigante posibilidad de una respuesta inmunológica cruzada entre los serotipos Flavivirus del dengue y el SARS-CoV-2”, dice el estudio.
Si se demuestra que es correcta, esta hipótesis podría significar que la infección por dengue o la inmunización con una vacuna eficaz y segura contra el dengue podría producir algún nivel de protección inmunológica contra el coronavirus.
Nicolelis dijo a Reuters que los resultados son particularmente interesantes, porque estudios previos han demostrado que las personas con anticuerpos contra el dengue en su sangre pueden dar falsos positivos a los anticuerpos contra la COVID-19, incluso si nunca han sido infectados por el coronavirus.
Recientemente, el Dr. Guillermo Sequera, director de Vigilancia de Salud, destacó a la prensa que aún queda pendiente determinar si efectivamente haber tenido dengue genera una barrera de protección contra el Covid-19 al haber producido anticuerpos.
Recordó que países con muchos casos de dengue, como Filipinas y Singapur, de igual manera tuvieron su curva de contagios en esta pandemia del coronavirus y adelantó que el verano próximo no se tendrá un gran pico de dengue como en el 2020, ya que de acuerdo a los últimos 10 años, siempre tras tener un año muy duro con alto pico de afectados, el siguiente año es más tranquilo.