El propio Presidente de la República Mario Abdo Benitez en un acto oficial reconocía que en tiempo de campaña electoral los políticos prometen algo que muchas veces no cumplirán. En palabras del propio Marito “muchas veces en épocas electorales decimos cualquier cosa para obtener adhesión popular y obtener votos de manera temporal y cuando se llega, inclusive nosotros en campaña sabemos que es imposible cumplir lo que nos comprometernos para obtener popular”. Este sincericidio lleva a un político a desnudar algo que siempre se sabe, que destroza una esperanza y encuentra el camino para desprestigiar la política.
“La ciudadanía ya no es tonta” es otra de las cosas que se instala cuando uno debe de decidir con su voto. Lastimosamente la tontería se niega por un momento y se sufre por 5 años. La transición democrática ha contribuido mucho para la práctica del voto libre como derecho. Aun estamos en una etapa donde como ciudadano asumimos responsabilidades y admitimos nuestros errores. Pero existe una brecha donde no se siente ni se percibe lo mismo del político que debe de asumir sus irresponsabilidades y más aún cuando se engaña sabiendo que es la mejor forma de llegar al poder.
Es por eso que es cada vez más importante que la ciudadanía ejerza no solo el voto sino también la palabra. Que los silencios no se transformen en cómplices de las mentiras que producen los candidatos y candidatas. Que las miradas sean cada vez más intimidante y que las movilizaciones generen cambios.
Estamos aún ensañando el ejercicio ciudadano, el de no cruzarnos de brazos, el de castigar con el voto a aquellos que incumplen sus promesas, a la corrupción que nos agobia y nos secuestra la esperanza. Hay que empezar a no dejarnos engañar, ya hemos perdido tiempo en apostar por políticos que nos vendían espejitos, que se robaron nuestro presente, nuestro futuro y nuestra plata.
El próximo año nos volverán a convocar a las urnas para elegir intendente y concejales, de nuevo vendrán los tapa baches, los barrios modelos, el tránsito más ordenado y una administración transparente. Volveremos a ser engañados ? Ya no nos deben de joder y le tendremos que joder. Ya no más mentiras, ni políticos mentirosos aprovechadores de la voluntad popular.
