La pobreza, ¿explica por sí misma el comportamiento delictivo? ¿Se es ladrón porque se es pobre? A raíz de un asesinato con mucha repercusión mediática, el presidente argentino Alberto Fernández dijo: “El argumento sociológico de que el crimen se origina en la desigualdad puede ser cierto. Tan cierto como que el que delinque debe ser castigado”. Eso lo dijo un presidente. Ahora veamos lo que declaró, sin que se le moviera una pestaña, un “dirigente social” argentino Juan Grabois: «Si hubiera tenido que juntar cartones, yo iba a chorear de caño». En castellano: saldría a robar con un revólver. Si desde la más alta magistratura y desde las dirigencias de base se alienta a robar porque se es pobre, en peores manos no podría estar el destino de un pueblo. Eso sucede en la Argentina, que en demasiados aspectos no es ejemplo a ser tomado en cuenta. La pobreza no condiciona en forma absoluta la conducta delictiva de las personas. De lo contrario, en el Paraguay habría 1.679.000 delicuentes según las ultimas estadísticas de la DGEEC al medir la pobreza. En cambio, lo que vemos es una multitud de personas que, en grupos familiares o individualmente, sale al amanecer –como lo hace la gente honrada- a ganarse el día de mil maneras diferentes, acarreando cosas en motocarros, vendiendo asaditos, friendo empanadas, horneando chipas u ofreciendo frutas en las paradas con semáforos. Existen miles y miles de cuentapropistas que se las ingenian para generar ingresos. Muchos de ellos han plantado, casi siempre sin proponérselo, la semilla de la que luego sería una empresa exitosa, generando empleo para decenas o miles de otras personas que han desechado el camino del delito y elegido el del trabajo como forma de vida. Vivir honradamente es una decisión personal y no un condicionante social. En estos día se supo la “hazaña” de un gobernador chaqueño que se quedó con casi 1.000 millones de guaraníes al amparo de la ley de emergencia contra incendios… sin haberse acercado siquiera a uno. ¿Era pobre el hombre? Dificil, porque el salario de un gobernador no baja de los Gs. 30.000.000, es decir, 300 veces la ganancia diaria de un vendedor de empanadas. Se es ladrón por naturaleza, independientemente de la clase social. Sólo se necesita el momento y el lugar propicios. Nada más.
¿Pobre o ladrón?
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Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.
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