La lucha por quien maneja las plazas en Asunción surgió a partir de una cuestión que tendría que incluso agradecer el municipio asunceno.
Cuando el congreso, que maneja los recursos a través del presupuesto quiere dedicarse a la tarea de cuidar las cuatro plazas que se encuentran en el microcentro asunceno ya que las mismas están abandonadas por el municipio capitalino; este municipio reacciona diciendo que no, que va a recurrir a una inconstitucionalidad para que le dejen administrar la plaza.
Esto hubiera sido una excelente oportunidad del congreso para que se las arreglen con las plazas del microcentro que nunca han podido ser un argumento de muestra de eficacia administrativa por parte de ningún municipio incluido el suyo.
Esta es una muestra también de que no se sabe trabajar entre instituciones públicas para un propósito que beneficia a todos.
Nos estamos ahogando en un vaso de agua, cuando tendría que ser esta una oportunidad para recuperar algo que es mucho más complejo que la simple atención de la plaza por unos 20 años.