Nuestra pésima educación ha tenido de nuevo un saldo trágico en las últimas horas con el asesinato de una maestra en la colonia Independencia del departamento del Guairá y comienza de nuevo todos a golpearse el pecho y a decir algo está funcionando muy mal en nuestro sistema educativo.
Mientras los padres quieren que sus hijos vayan a las escuelas, este joven asesino afirmó que ya no quería continuar estudiando y de qué había mostrado incluso signos quebrantosos en su conducta, pero nadie estuvo allí para ayudarlo, porque qué puede existir en Colonia Independencia que no existe tampoco ni en la capital paraguaya.
Esta cuestión de colocar un psiquiatra y un psicólogo por cada escuela es una tontería, no lo van a poder hacer, no pueden levantar el listón de matemáticas y estamos queriendo hablar de una cuestión como esta incluso algunos hablan de que la razón del asesinato fue que la maestra le había solicitado que pasara a explicar un problema matemático, todas estas cosas en realidad nos dejan en términos de metáfora de la situación en la que se encuentra la educación paraguaya.
Aquella expresión que se decía popularmente “la itavy nañande juka pero ñande reko asy”, ahora podemos decir que la ignorancia también nos mata y nos maltrata es la hora de buscar opciones y alternas que mejoren lo que hasta ahora es un signo inequívoco de la poca trascendencia que ha tenido la educación en nuestro país. Menos de 500 dólares de inversión por cada alumno mientras en otros países se superan los 20.000 y éstas no son más que consecuencias de una causa que no asumimos con la gravedad que debiera.