miércoles, abril 30

Pasar navidad en la cárcel

Llegan las doce y varios asientos que­dan vacíos, existen varios motivos, al­gunos de ellos ya han pasado a mejor vida, otros dueños de estos lugares cometieron errores que hoy les cuestan la libertad. Los que más su­fren en esta situación son los familiares de estas personas que a pesar de seguir vivos se encuentran ausentes ante la sociedad.

El fin de año da lugar a un montón de sentimientos como alegría, nostalgia, pero en muchos casos a la tristeza que es causada por la año­ranza. Para muchos de los reclusos, la navidad y el año nuevo se convirtieron en días normales, como si fuera un día más. En el caso de los nuevos presidiarios, muchos sienten tristeza, impotencia o culpa de pasar estos días festivos lejos de su familia.

Joaquín González, director de Establecimientos Peniten­ciarios explicó que las fechas de visita no se modifican en estas festividades. Los días establecidos son los martes, jueves y sábados. Así tam­bién, resaltó que las visitas de los familiares aumentan considerablemente en estos días. “En diciembre todos los días hay actividades tanto de clausura de cursos, como el ingreso de visitantes”, remar­có González.

Como este año, la navidad y el año nuevo caen miércoles, recién el jueves los familiares podrán darle ese abrazo a aquellos allegados que están privados de su libertad.

El proceso de ingreso incluye el formar largas filas, pasar por detectores de metales y controles. Generalmente se reúnen en un almuerzo, hasta las 16:00 horas es el ho­rario de visita.

Para los que tienen un ser querido en la cárcel siempre es difícil afrontar la situación de visitar a la persona, pero más lo es para una madre que tiene que ver a su hijo o hija tras las rejas.

Además de las madres que siguen al lado de sus hijos a pesar de sus errores, también están las parejas que son las que más visitan a sus seres queridos recluidos, inluso acompañados de sus sus pe­queños niños.

Cuando uno tiene un fa­miliar en la cárcel todas las fiestas cambian, como también la perspectiva de celebración, las visitas a los penales generan senti­mientos encontrados y un sentimiento de vacío a las familias afectadas.

 

«En diciembre todos los días hay actividades tanto de clausura de cursos, como el ingreso de visitantes». JOAQUÍN GONZÁLEZ DIRECTOR DE ESTABLECIMIENTOS PENITENCIARIOS