Llegan las doce y varios asientos quedan vacíos, existen varios motivos, algunos de ellos ya han pasado a mejor vida, otros dueños de estos lugares cometieron errores que hoy les cuestan la libertad. Los que más sufren en esta situación son los familiares de estas personas que a pesar de seguir vivos se encuentran ausentes ante la sociedad.
El fin de año da lugar a un montón de sentimientos como alegría, nostalgia, pero en muchos casos a la tristeza que es causada por la añoranza. Para muchos de los reclusos, la navidad y el año nuevo se convirtieron en días normales, como si fuera un día más. En el caso de los nuevos presidiarios, muchos sienten tristeza, impotencia o culpa de pasar estos días festivos lejos de su familia.
Joaquín González, director de Establecimientos Penitenciarios explicó que las fechas de visita no se modifican en estas festividades. Los días establecidos son los martes, jueves y sábados. Así también, resaltó que las visitas de los familiares aumentan considerablemente en estos días. “En diciembre todos los días hay actividades tanto de clausura de cursos, como el ingreso de visitantes”, remarcó González.
Como este año, la navidad y el año nuevo caen miércoles, recién el jueves los familiares podrán darle ese abrazo a aquellos allegados que están privados de su libertad.
El proceso de ingreso incluye el formar largas filas, pasar por detectores de metales y controles. Generalmente se reúnen en un almuerzo, hasta las 16:00 horas es el horario de visita.
Para los que tienen un ser querido en la cárcel siempre es difícil afrontar la situación de visitar a la persona, pero más lo es para una madre que tiene que ver a su hijo o hija tras las rejas.
Además de las madres que siguen al lado de sus hijos a pesar de sus errores, también están las parejas que son las que más visitan a sus seres queridos recluidos, inluso acompañados de sus sus pequeños niños.
Cuando uno tiene un familiar en la cárcel todas las fiestas cambian, como también la perspectiva de celebración, las visitas a los penales generan sentimientos encontrados y un sentimiento de vacío a las familias afectadas.
«En diciembre todos los días hay actividades tanto de clausura de cursos, como el ingreso de visitantes». JOAQUÍN GONZÁLEZ DIRECTOR DE ESTABLECIMIENTOS PENITENCIARIOS