Tras las denuncias de sobrefacturación de las vacunas indias, el Gobierno de Jair Bolsonaro finalmente canceló el contrato de compra de dosis de Covaxin. Acá el oscurantismo profesado por las autoridades no permiten transparentar la compra, pero la diferencia es que Brasil no desembolsó dinero y Paraguay sí lo hizo.
Investigaciones periodísticas de medios brasileños mencionan que Brasil cerró un contrato de US$ 320 millones para la compra de 20 millones de dosis de la vacuna india Covaxin, producida por el Laboratorio Bharat Biotech. El Gobierno de Jair Bolsonaro, al igual que el de Mario Abdo Benítez, negoció los biológicos indios con la empresa Madison Biotech PTE Ltd, con sede en Singapur.
El contralor general brasileño, Wagner Rosario, adelantó que la Contraloría realizará una revisión “jurídica” de todas las condiciones establecidas en el contrato. Se sospecha de la participación de Madison, como también del involucramiento de un empresario brasileño como intermediario, investigado por corrupción y dueño de una empresa que ya “vendió” al Gobierno de Brasil medicamentos que jamás entregó.
EL PAGO
Lo que dijo Bolsonaro con respecto a las acusaciones es que no había hechos de corrupción, atendiendo que Brasil no realizó ninguna transferencia monetaria por las dosis comprometidas en el contrato.
“No gastamos un centavo en Covaxin. No recibimos una dosis de Covaxin. ¿Qué tipo de corrupción es esta?”, dijo el presidente brasileño.
Sin embargo en Paraguay es otro estadio, porque las autoridades nacionales habrían realizado ya un pago adelantado por las 2 millones de vacunas Covaxin, adquiridas a US$ 15 cada dosis.
Recordemos que el MSP habría cerrado el contrato con Madison por US$ 30.000.000. Además, según informes de la Cámara de Senadores, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social rubricó el contrato y luego se ejecutó el adelanto de US$ 6.000.000. Este anticipo se realizó el 26 de abril del 2021.
A más de dos meses del pago del anticipo, el laboratorio Bharat Biotech aún no remitió ninguna dosis al Paraguay.
Pero eso no es todo, porque también se cuestiona el alto costo de cada biológico indio que pagó el Gobierno, teniendo en cuenta que otras plataformas de mayor trascendencia mundial cuestan menos. Un claro ejemplo es que el MSP pagó US$ 9,8 por cada dosis de Sputnik V.
MÁS DUDAS
A todo este escenario se le suma las dudas ya generadas en torno a la fecha del contrato. Por un lado, el 14 de abril del 2021 el ministro de Salud, Julio Borba informa públicamente que un día antes ya firmó el contrato para la compra de vacunas indias.
“Ayer firmé contrato con Bharat Biotech, la empresa india encargada de las Covaxin por 2.000.000 de dosis, que llegarían en lotes de 500.000”, dijo Borba a 800 AM.
Sin embargo, recién el 23 de abril se realizó una comunicación oficial del Ministerio de Salud anunciando la compra de 2 millones de Covaxin. Y lo que aún resulta más llamativo es que, en un informe remitido al Senado, el Ministerio de Relaciones Exteriores informa que el contrato se cerró un mes antes, en el mes de marzo.
De ser así, la donación de 200.000 vacunas que realizó el Gobierno de la India al Paraguay fue posterior a la firma del contrato con Madison y Bharat Biotech.
En este punto donde todo se vuelve aún más turbio, no está de más recordar que en el mes de mayo la Dirección Periodística del diario El Independiente había solicitado al Ministerio de Salud informes sobre la compra de las vacunas Covaxin. El pedido se realizó a través de la plataforma de Acceso a la Información Pública y basados en la Ley 5282.
Sin embargo, la solicitud fue rechazada y el MSP se basó en las modificaciones a la Ley de Vacunas propuestas en la Ley 6727/21 que autoriza al Ejecutivo a aceptar cláusulas de acuerdos de confidencialidad, ya sea total, parcial o de cualquier otro alcance en los contratos de adquisición, transporte y logística de las vacunas contra el Covid-19.