
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han declarado oficialmente a las enfermedades de la piel como una prioridad global de salud pública, reconociendo su impacto no solo físico, sino también emocional, económico y social en millones de personas en todo el mundo.
Esta resolución marca un antes y un después en la forma en que los sistemas sanitarios abordan la salud dermatológica, y propone una estrategia global basada en la prevención, la detección temprana, el acceso al tratamiento, y la atención integral que incluye la salud mental de los pacientes.
Paraguay: Un llamado a fortalecer la dermatología pública
En Paraguay, miles de personas conviven con enfermedades cutáneas crónicas como psoriasis, dermatitis atópica, vitiligo, lupus cutáneo, enfermedades infecciosas de la piel, entre otras, muchas de ellas en condiciones de invisibilidad, subdiagnóstico y sin acceso a tratamientos adecuados.
La declaración de la OMS representa una oportunidad estratégica para Paraguay de actualizar sus políticas públicas en salud dermatológica, mejorar el acceso a servicios especializados y reducir la inequidad sanitaria.
Un abordaje integral: mucho más que la piel
Las enfermedades de la piel no solo afectan la superficie corporal, sino que impactan profundamente en la calidad de vida, la autoestima, la inserción laboral y escolar, y muchas veces derivan en trastornos de salud mental como depresión o ansiedad.
En la actualidad, existen diversos tratamientos dermatológicos avanzados que han revolucionado el abordaje de enfermedades de la piel crónicas y complejas, como la psoriasis, la dermatitis atópica severa, el vitiligo entre otras.. Estas terapias incluyen desde medicamentos biológicos específicos hasta tecnologías como la fototerapia de última generación. Sin embargo, a pesar de los avances, muchos de estos recursos aún no están al alcance de toda la población debido a sus altos costos, su limitada disponibilidad en sistemas de salud pública o la falta de cobertura en ciertos países. Esta situación pone en evidencia la necesidad de que las políticas de salud pública promuevan un acceso igualitario y real a estos tratamientos, garantizando que los beneficios del progreso científico lleguen a todas las personas, sin importar su condición económica o lugar de residencia.
La OMS destaca que la atención debe ser multidisciplinaria, integrando:
- Educación para la prevención y el autocuidado
- Cribado y diagnóstico oportuno, especialmente en zonas rurales o comunidades vulnerables
- Acceso equitativo a tratamientos eficaces y sostenibles
- Apoyo psicosocial y atención en salud mental
Un paso clave hacia la equidad en salud
Este reconocimiento internacional abre la puerta a mayor cooperación entre países, inversión en investigación dermatológica, formación médica especializada, y al desarrollo de planes nacionales inclusivos.
El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social de Paraguay está llamado a ser un actor clave en esta transformación, incorporando las enfermedades dermatológicas dentro de las prioridades de salud nacional y garantizando que ninguna persona sea relegada por una condición cutánea.
“Esta resolución marca un hito histórico para la dermatología y para todos los pacientes que durante años han vivido en la invisibilidad. Reconocer a las enfermedades de la piel como una prioridad de salud pública global es un paso fundamental para avanzar en el acceso al diagnóstico oportuno, tratamientos adecuados y atención integral, especialmente en países como Paraguay, donde aún existen grandes brechas. Desde la Sociedad Paraguaya de Dermatología celebramos este avance y reafirmamos nuestro compromiso de trabajar junto al Estado, profesionales de salud y organizaciones civiles para que ninguna persona sea marginada por su condición dermatológica. Mencionó la Dra. María Paz Fabio vicepresidenta de la Sociedad Paraguaya de Dermatología

Periodista Senior