El reconocido sacerdote jesuita español Francisco de Paula Oliva o “Pa’i Oliva”, conocido por su incansable lucha en favor de los derechos humanos, falleció en la tarde de ayer a sus 93 años. La figura emblemática del cristianismo dejó como legado una carrera “portentosa” que no perecerá, aseguran sus seguidores y compañeros de lucha.
“Como creyente todos los días rezo para que el Paraguay tenga lo que necesita, sin embargo, también estoy convencido que no basta con rezar, además tenemos que comprometernos, unirnos, organizarnos, luchar, para que el Paraguay tenga salud para todos, justicia, educación, seguridad, reforma agraria integral y un trabajo digno”, constituye una de las emblemáticas frases del Pa’i Oliva, un defensor incansable por los Derechos Humanos en Paraguay.
Desde que llegó al Paraguay, en abril de 1964, inició su lucha por los derechos de los menos favorecidos. En un principio, se desempeñó como director espiritual en el Colegio Cristo Rey de Asunción, aunque también acompañó a jóvenes de colegios públicos y universitarios de comunicación, medicina e ingeniería.
Al Pa’i Oliva también se le asignó, en ese entonces, la tarea de enseñar Teología e Introducción a los Medios de Comunicación Social. Fue así que en el local del Colegio Cristo Rey, creó y dirigió lo que en un futuro se convertiría en el Departamento de Ciencias de la Comunicación, de la Universidad Católica de Asunción.
Durante esos años realizó varios programas de radio en Cáritas y Ñandutí. Además, realizó intervenciones en la televisión nacional. Aunque se vio obligado a abandonar el país en 1969, debido a la persecución a la que fue sometido por la dictadura de Alfredo Stroessner, regresó a Paraguay en 1995.
Desde entonces, el Pa’i Oliva dedicó su vida a la lucha por los derechos de las personas más pobres.
Una carrera portentosa
Elio Lezcano, docente de la Universidad Católica y locutor de radio Cáritas, aseguró que el Pa’i Oliva construyó una carrera portentosa en el Paraguay y recordó su personalidad “entusiasta”, de “puro corazón”, que centró gran parte de sus esfuerzos solidarios en el Bañado Sur, de Asunción.
“Fue un gran valor. Trabajó en una fundación en la que ayudaba a jóvenes para que pudieran terminar su colegio, jóvenes de escasos recursos del Bañado Sur, con fondos que él obtuvo en el exterior”, refirió.
Por otro lado, Lezcano comentó que el religioso se dedicó a impulsar la labor de las mujeres del Bañado que, con residuos reciclados del Vertedero de Cateura, elaboraban joyas para comercializarlas.
Asimismo, el docente destacó la carrera que desarrolló el sacerdote jesuita en el ámbito de la comunicación. “Hasta hace algunos años tenía su programa en radio Fe y Alegría. El programa se denominaba ‘Río de Palabras’. Si bien en los últimos años ya no pudo hacer el programa, había días en que entraba por minutos a dar un mensaje”, afirmó.
Entre sus labores sociales más recientes, Lezcano rememoró cómo el religioso acompañó a los campesinos presos luego de la masacre de Marina Kue (Curuguaty). Durante su lucha, el religioso clamó por un juicio justo para los involucrados y resistió junto a sus familiares en diversas manifestaciones.
UN LEGADO QUE NUNCA SE BORRARÁ
El reconocido artista nacional Ricardo Flecha participó junto al religioso en diferentes movilizaciones sociales y comparó al Pa’i Oliva con Juan Bautista, ya que siempre buscó sembrar la esperanza en tiempos difíciles.
“Nos dio fuerzas en los momentos difíciles y dejó encendida esa utopía de un país mejor y más inclusivo para todos. Creo que perdimos a un referente ético no solamente de la sociedad, sino también de la desprestigiada iglesia Católica. Estados desolados, pero con la firme convicción de que su legado quedó marcado en muchos de nosotros. Nos deja un gran legado que tenemos que honrar”, detalló.
Durante sus últimos meses de vida, debido a una delicada situación de salud, estuvo en Taitá Róga (Trinidad, Asunción), la enfermería provincial de los Jesuitas del Paraguay. Desde dicho centro, seguía soñando con un futuro mejor para todos, aseguraron desde la organización de los jesuitas.
