sábado, mayo 17

Microplásticos en el cerebro

Los microplásticos son partículas de plástico menores a 5 mm hasta tamaños tan pequeños que son imperceptibles. Son producto de la degradación de los residuos plásticos. No escribo lo que es el cerebro ya que sabemos es un órgano que se encuentra en nuestro cráneo y cumple muchas funciones importantes que son empleadas para adquirir bien la información que nos rodea para trabajar, aprender o enseñar bien lo que nos sirva o sirva a otra persona que también posee un cerebro. Donde se encuentran aproximadamente 100.000 millones de neuronas, que transmiten información a través del sistema nervioso. Son fundamentales para el control motor y se cree que juegan un papel importante en la mayoría de las tareas cognitivas complejas.

hora un estudio alerta sobre aumento de microplásticos en el cerebro, que pueden llegar hasta ahí por el torrente sanguíneo u oxígeno inhalado y pueden:

Los microplásticos se encuentran en el aire, el agua, el suelo, los animales, el cuerpo humano y en diversos productos. Hoy día los microplásticos no solo están en nuestro entorno: se acumulan silenciosamente en nuestro cerebro, y lo hacen cada vez más. Hoy día estos plásticos no solo están en nuestro entorno: se acumulan silenciosamente en nuestro cerebro, y lo hacen cada vez más.

Las partículas diminutas de plástico pueden acumularse en niveles más altos en el cerebro humano que en el riñón y el hígado, con mayores concentraciones detectadas en muestras post mortem de 2024 que en las de 2016, apunta un estudio.

Sorprendentes hallazgos

El estudio fue publicado en la revista Nature Medicine en febrero de 2025 halló microplásticos en el cerebro humano. El estudio fue realizado por científicos de la Universidad de Nuevo México en Albuquerque. Y nos indica que el plástico no solo se encuentra y lo usamos en nuestro baño, cocina, habitación, oficina o lo llevamos puesto en algún accesorio o vestimenta en particular. Sino fue encontrado también en nuestro cerebro. Que es un aviso a la distancia que debemos tener de las herramientas que tengan o estén hechas de plástico para evitar las complicaciones citadas más arriba. 

Esto no significa que debamos vivir con tapabocas o sin hacernos el tan popular tatuaje que implica siempre un peligro por lo que nos pueden introducir a nuestro torrente sanguíneo con la tinta usada para imprimir el diseño que nos gustaría tener por nuestra piel toda la vida si no pretendemos quitarlo después con alguna cirugía plástica. Procedimiento que también puede ser peligroso no solo por el efecto perjudicial que trae consigo la necesaria anestesia sino por el permiso que damos al médico encargado de la operación de acceder a nuestro cuerpo para corregir algún drama en nuestro organismo o mejorar algo estético que implica exponerse a muchos microplásticos. Una situación que implica no solo tomar distancia sino producir, consumir y trabajar menos con plástico.