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Metamorfosis villera

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El sorprendente ejemplo de la Villa 31 de Buenos Aires en pleno proceso de transformación urbana.

 Es un caso perdido… una cueva de ladrones… lo único que hay ahí son aguantaderos de narcos, drogas, motochorros…

Era como una causa perdida. Oscura, sucia, mal iluminada, ahogada en basura y presa del hacinamiento típico de los grandes asentamientos espontáneos, la Villa 31 se encuentra enclavada en pleno corazón de Buenos Aires, a menos de 1.500 metros de la estación Retiro y a 2.000 del emblemático Teatro Colón. Su origen data de mediados del siglo XX, cuando Argentina inició su proceso de industrialización, generando mucho trabajo fabril pero escasa oferta de alojamiento digno. El resultado fue la creación de grandes cinturones de informalidad urbana con sus consecuencias inevitables. Villa 31 es una de las villas miseria más grandes de la ciudad, con sus 40.000 habitantes que resistieron los más audaces intentos de erradicarla, incluidos los militares de la dictadura de 1976 a 1983 que hicieron en ella una de las tantas cosechas de sangre que desembocaron en miles de desaparecidos. Uno de sus habitantes más insignes fue el padre Carlos Mugica, el cura de los pobres, asesinado en 1974 y en cuya memoria el barrio hoy lleva su nombre.

Luego de una serie de intentos fallidos de reurbanizar la villa, sucesivos gobiernos de la ciudad de Buenos Aires (CABA) lograron ensamblar un plan de acción que involucra a los propios habitantes del lugar trabajando en forma conjunta con CABA. Incluye la instalación de desagües cloacales, red de agua corriente, alumbrado público, recolección de desperdicios y pavimentación de las calles. Los vecinos se hacen cargo, en parte, de la remodelación de sus antiguas viviendas que están siendo catastradas, dotadas de numero y en proceso de titulación. Se crearon espacios públicos con polideportivos y se construyeron bloques de viviendas en las que fueron reubicados pobladores desalojados de los alrededores de la autopista que atraviesa la villa.

En barrio Mugica viven muchos paraguayos que se han consorciado para montar ferias de comidas, festivales artísticos y de artesanía típicamente paraguaya. Se sienten a gusto en el lugar del cual, dicen, nadie logrará sacarlos jamás.

Como era de suponer, este proceso de mutación de la antigua villa miseria no está exento de conflictividad política. Aún así, los resultados obtenidos son sorprendentes, porque combinan la acción de los pobladores y la acción de gobierno. Una fórmula que debería ser estudiada aquí para emprender la transformación de los bañados de Asunción llenos de pobladores en situación de exasperante precariedad y miseria.

No está mal copiar, siempre y cuando se aplique lo bueno de la fórmula. Para mala praxis, tenemos suficiente historia local.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.

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22-11-24