El argentino Lionel Messi agrandó su leyenda con un séptimo Balón de Oro, premio a una temporada en el que logró su primer triunfo con la selección, la Copa América, a la que atribuyó el impulso para alzarse con el galardón.
En una glamurosa ceremonia en París, digna de la entrega de unos premios cinematográficos, el exjugador del Barcelona recibió el trofeo de manos de su amigo Luis Suárez y asistió también a la consagración de dos de sus excompañeros: Alexia Putellas como Balón de Oro femenino y Pedri como trofeo Kopa que designa al mejor sub-21 del año.
La noche la completó el meta italiano Gianlugi Donnarumma, que se hizo con el trofeo Yashin que premia al mejor portero del año.
En una cuidada puesta en escena, con centenares de aficionados rodeando el teatro y coreando el nombre de sus ídolos, sobre todo el de Messi y el de Kylian Mbappé, que acabó noveno, su peor clasificación en los tres últimos años, los trofeos llegaron en un bólido pilotado por el español Fernando Alonso y el francés Esteban Ocón, ambos compañeros en Alpine, patrocinador de la ceremonia, en la que el exfutbolista Didier Drogba actuó como maestro.
La apoteosis llegó con Messi, que superó en la clasificación al polaco Robert Lewandowski y al italo-brasileño Jorguinho, que desbancó del podio al francés del Real Madrid Karim Benzema, gracias a sus triunfos en la Eurocopa con Italia y en la Liga de Campeones con el Chelsea.
RONALDO FUERA DEL PODIO
Su compañero de club Ngolo Kanté fue quinto y el portugués Cristiano Ronaldo, ganador de cinco ediciones, acabó sexto, por vez primera fuera del podio desde 2010.
El argentino reconoció que sin el triunfo en la pasada Copa América no habría logrado este premio, lo que convierte a su séptimo Balón de Oro en una recompensa especial, tras tantos otros ganados gracias a su juego en el Barça.
Messi, que se convierte en el primer futbolista que gana el Balón de Oro con la camiseta del PSG, señaló también que el premio le da fuerzas para lograr nuevos retos en un club que aspira a todo por la gran plantilla que tiene.
Tras dejar el pasado verano el club de toda su vida, el Barcelona, el futbolista de Rosario reconoció que no firmó su mejor temporada, pero que el triunfo ante Brasil en la final de la Copa América le ayudó a conseguir un sueño.
También dejó claro que Lewandowski, máximo goleador del año, merece un Balón de Oro, que el polaco habría ganado el año pasado de no ser porque la pandemia obligó a anular la ceremonia. «Que se lo lleven a casa», dijo Messi desde el escenario del elegante teatro Chatelet de París.
El argentino también atribuyó parte de su mérito a su año con el Barça, que celebró otros dos premios.
El Balón de Oro femenino sirvió a Alexia Putellas para reivindicar la igualdad de sexos en medio de las negociaciones por el convenio colectivo en España.
«Quiero que este premio sea un antes y un después. El Barça es un ejemplo de que ha habido un proyecto, una inversión, un éxito. No hay excusa para que todo el mundo tenga el derecho a poder soñar con ser futbolista y hacerlo con condiciones dignas para ser profesional», dijo la jugadora de 27 años.
PUTELLAS Y PEDRI RECOMPENSADOS
La suya fue la recompensa al gran año del Barcelona, ganador de liga, Copa y Liga de Campeones, un orgullo que la catalana quiso dedicar a su fallecido padre, un drama que, según dijo su madre, le llevó a refugiarse en el fútbol.
Entre las candidatas había otras tres compañeras, Sandra Paños, Jennifer Hermoso y Lieke Martens.
Putellas quiso también de servir de inspiración para todas las niñas que quieran dedicarse al fútbol, para la juventud que quedó representada en Pedri, cuatro días después de cumplir 19 años sumó otro trofeo a su magnífica temporada.
El canario, que tuvo palabras de aliento para los habitantes de La Palma, azotados por la erupción de un volcán, fue el mejor de los jóvenes en un año en que se convirtió pieza clave del Barça que conquistó la Copa del Rey y de la selección que alcanzó las seminales de la Eurocopa y la plata en los Juegos de Tokio.
Rodeado de algunos de los mejores jugadores del mundo, el canario no se achicó y se permitió soñar.
«Ganar un Balón de Oro es lo que todo futbolista tiene como objetivo, a nivel individual es el mejor. Ojalá que pueda tener la oportunidad de ganarlo algún día, pero sé que queda y lejos y tengo que trabajar muchísimo para poder ganarlo», señaló el futbolista de 19 años. EFE