Por Rodrigo Orihuela, Arne Delfs y Marco Bertacche.
(Bloomberg) – La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que su país se encuentra en un punto de inflexión frente al resurgimiento de la pandemia de coronavirus en Europa, lo que da señales de un potencial aumento de los costos económicos y humanos de cara al invierno.
El número récord de casos en muchas partes de Europa está avivando la tensión a medida que los Gobiernos restringen cada vez más la vida pública en las principales ciudades, donde los funcionarios locales se enfrentan a una población cansada del encierro. Un punto álgido es España, donde el Gobierno manifestó el viernes el estado de emergencia para Madrid, para frenar los viajes desde y hacia la ciudad antes de un fin de semana largo.
En otros signos de tensión, los líderes de Austria y una región alemana se comprometieron a evitar el cierre de su frontera, los políticos holandeses están debatiendo un requisito de cubrirse la cara en espacios cerrados y el primer ministro checo planteó la posibilidad de una cuarentena. Los contagios en Alemania están en los niveles más altos en seis meses.
“Las grandes ciudades y áreas metropolitanas son ahora el escenario que mostrar si podemos mantener bajo control la pandemia en Alemania”, dijo Merkel en un video después de conversar con los alcaldes de las 11 ciudades más grandes del país. “Ahora son los días y las semanas que decidirán cómo se encamina Alemania hacia el invierno”.
En el Reino Unido, el canciller de la Hacienda, Rishi Sunak, anunció un mayor apoyo para los puestos de trabajo en los epicentros del coronavirus y el alcalde de Londres, Sadiq Khan, dijo que las restricciones más estrictas para la capital son inevitables. El número de casos en Gran Bretaña casi se duplicó la semana hasta el 1 de octubre, con un estimado de 17.200 nuevos casos por día.
El ministro de Sanidad de España, Salvador Illa, dijo que los servicios de salud en Madrid se enfrentan a un grave riesgo de verse sobrepasados y eso que aún no ha llegado el invierno. El viernes, el Gobierno del primer ministro español, Pedro Sánchez, tomó la decisión acerca de las restricciones para Madrid en medio de una lucha de poder con los funcionarios regionales que se han resistido a las medidas.
“Podemos cruzarnos de brazos o frenar el virus”, dijo Illa a los periodistas. “Hay que tomar medidas para proteger la salud de los madrileños y evitar que esto se propague a otras comunidades autónomas”.
El estado de emergencia sirve para bloquear la salida de personas de Madrid durante el fin de semana largo, debido a que el lunes es feriado en España, lo que probablemente altere aún más los nervios y tensos de los residentes.
Los casos aumentaron por cuarto día consecutivo en Italia a casi 5.400 nuevos contagios, la mayor cantidad desde finales de marzo. Casi uno de cada cinco casos nuevos reportados fue en Lombardía, la región que incluye a Milán, el centro financiero de Italia y el epicentro del brote inicial en Europa el invierno pasado.
El número de pacientes en cuidados intensivos aumentó de 29 a 387, aproximadamente un décimo del pico de abril.
Los casos en los Países Bajos aumentaron a un récord diario de casi 6.000 y el primer ministro, Mark Rutte, dijo que las medidas adicionales contra la pandemia son “ineludibles” si no hay cambios en las cifras diarias de nuevos casos.
El Gobierno de Rutte ordenó la semana pasada que los bares cerraran a las 10 pm y prohibió los espectadores en eventos deportivos. Los partidos de la oposición están pidiendo que se emita un mandato de uso de tapabocas en lugares públicos dentro de espacios cerrados, como tiendas, bares y restaurantes, a lo que Rutte se ha opuesto.