Durante la mañana del miércoles, autoridades del Ministerio de Salud, dieron las últimas novedades sobre el proceso de inmunización contra el Covid-19.
Héctor Castro, director del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), informó que existe un incremento en el registro al plan de vacunación por parte de personas con una edad entre 65 y 69 años. Esto se acentuó en un 60% solo el día lunes. Es decir de 71 mil personas que se registraron, subió a 120 mil personas.
Esto equivale al 63% de esa población, ya que en el país existen 190 mil adultos mayores de entre 65 a 69 años.
Leticia Pintos, directora de redes y servicios de Salud, por su parte hizo un llamado a la ciudadanía para mantener los cuidados. Resaltó que los hospitales de los departamentos Central, capital, Itapúa, Alto Paraná, Encarnación y Pedro Juan Caballero está a tope.
“Tenemos un alto índice de gente enferma en todos los departamentos. Contamos con personal cansado. Tenemos 153 pacientes en el SEME que aguardan UTI. Y otros 97 pacientes en salas de reanimación”, informó.
Resaltó a la ciudadanía que ya no existen hospitales respiratorios y hospitales polivalentes. Por lo que sí tienen problemas respiratorios deben acudir al nosocomio más cercano.
Al ser consultada sobre el sector privado, informó que cuentan con 300 camas de UTI. Pero que el convenio solo establece la utilización de 100.
Hasta la fecha existen 735 personas derivadas del sector público al privado.
MEZA
Gloria Meza, presidenta del Círculo de Médicos, informó que se ven obligados a establecer parámetros para elegir a los beneficiarios de las camas. Es decir, eligen a quienes tienen más posibilidades de sobrevivir a la internación. Con esto personas adultas mayores y con enfermedades de base quedan por lo general relegadas.
“La parte jurídica no nos favorece. Los profesionales médicos deciden quién entra a la UTI y quién no. Tenemos una escala de prioridades pero necesitamos que tenga un soporte jurídico para que no tengamos problemas en la elección de los pacientes”, expresó.
Por citar como ejemplo, los médicos eligen a una persona de 46 años en lugar de una de 80 cuando se libera una cama. Esto debido a que el primero tiene más probabilidades de sobrevivir que el adulto mayor.
Sin embargo, los familiares de los adultos mayores o de personas con enfermedades de base no están en condiciones de aceptar esta cuestión lógica. Lo que desemboca en que médicos sean blanco de agresiones físicas y verbales por parte de los familiares.
“También necesitamos una protección a la agresión de los familiares. Ellos quieren mantener con vida a su adulto mayor. Pero las camas se utilizan para las personas que no tienen problemas de base o son de corta edad. Entonces la agresión va a los profesionales de blanco”, subrayó.
Meza destacó que están viviendo una situación laboral muy desagradable. Primero porque no pueden cumplir con todos los pacientes. A pesar de que todos tienen el derecho de acceso a las camas.
“Entendemos la forma de reaccionar de los familiares. Pero la culpa no la tenemos los médicos, sino el sistema sanitario dentro del cual nos estamos desempeñando”, expresó.
Los pacientes de corta edad, sin enfermedades de base tienen prioridad en el acceso a las camas. Es un parámetro internacional adoptado en nuestro país debido a la escasez de camas.
“Todos hemos sufrido agresiones en algún momento por cumplir con las prioridades. Está colapsado el sistema y ya no existen camas”, señaló.
El simple hecho de sacar un respirador a una persona intubada demora una semana. Por lo que la internación de estados graves puede durar entre 20 a 30 días.