El Sindicato Nacional de Médicos (Sinamed) publicó un comunicado en repudio a la violencia que sufrió una de las médicas del IPS Ingavi el domingo pasado.
En el anuncio ponen a disposición el staff de abogados para que los profesionales afectados puedan iniciar acciones legales.
“Esperando que la fuerza de la ley caiga sobre los responsables de dicha atrocidad. Poniendo a conocimiento de toda la población que el sindicato nacional de médicos no tolerará ningún tipo de violencia hacia los médicos por lo tanto no dejaremos que este hecho quede impune”, reza parte del comunicado.
VIOLENCIA EN AUMENTO
Lilio Irala, médico y dirigente de la Sinamed, expresó su rechazo hacia todo tipo de violencia. Afirmó que no es la vía de solución a los inconvenientes que puedan surgir.
“Esto fue empeorando (la violencia hacia médicos). Seguramente por la falta de preparación de nuestra sociedad misma para solucionar conflictos. También por las condiciones de precariedad donde los médicos son los que deben dar la cara”, lamentó.
En otras palabras, el galeno cuestiona que los médicos suplen lo que el Estado no puede proveer. Incluyendo la seguridad en los lugares de trabajo.
“Se ponen normas en los lugares de trabajo. Pero no hay gente que haga cumplir estas normas. Es lo que ocurrió ahora y salió de control. Además de la coacción de los familiares que no cumplen con las reglas y se ponen violentos”, dijo.
ANTECEDENTES
El médico insistió que no se trata de un hecho aislado. Ya que hace unos días, con arma de fuego de por medio, amenazaron a otro profesional de blanco en Paraguarí.
Así también hace dos semanas familiares rompieron una puerta de blindex en Villa Elisa. En Villa Hayes también amenazaron de muerte a un médico. La misma suerte corrió otro galeno en Ciudad del Este. El hospital de Luque y otras dependencias del IPS no quedan atrás.
“Pedimos vía nota mejorar la seguridad en las zonas de urgencias al Ministerio de Salud”, informó.
MÚLTIPLES FACTORES
Para el entrevistado, el problema se genera por muchos factores. La primera es el factor cultural. Ya que el paraguayo está acostumbrado a llevar a varios de sus familiares al centro asistencial donde está internado.
“Es la ley del mbaretepe (ley del más fuerte). Se le pide a la gente que no ingrese a áreas delicadas donde pacientes apenas se están recuperando. Pero vienen en patotas a querer forzar sus ingresos”, afirmó.
Dijo que el problema también pasa por las falencias en infraestructura. Porque a pesar que hay normas y protocolos no hay gente que los haga cumplir. Y menos castigar a los que la incumplen.
“Las enormes carencias que se tienen. Familiares gastando mucho dinero. Están exacerbados. Desgaste emocional. También el personal que está colapsado”, dijo.
Finalmente afirmó que a diario reciben agresiones físicas y verbales.
CONTEXTO
El domingo a las 12:30 del mediodía, una turba de familiares de un paciente con Covid-19 internado en el Instituto de Previsión Social (IPS) Ingavi agredieron físicamente a tres profesionales de blanco. Las víctimas fueron una médica, quién a raíz de los golpes perdió a su bebé, su esposo –también médico del lugar- y un enfermero.
Todo inició en el tercer piso del nosocomio (área de post terapia intensiva). Allí se encontraba Liz Molas, la familiar del paciente. Durante el habitual recorrido médico, la profesional de blanco afectada pidió a la mujer que abandonara el lugar debido a las restricciones sanitarias (zona de acceso prohibido).
La mujer acató la orden sin mayores objeciones en principio. Pero minutos después, empezó a protagonizar un alboroto en otra zona del hospital. Pero ya en compañía de dos mujeres y un hombre llamado Luis Silvero.
Además del alboroto, una de las familiares empezó a grabar la situación. Esto generó un forcejeo con la médica (no se dio a conocer su nombre). La profesional de blanco acabó en el suelo y fue blanco de patadas por parte de los familiares con el desenlace ya anunciado.
